El posible adiós al capitán, Carlos Suárez
El madrileño puede haber jugado su último partido como cajista
A nadie le gustan las despedidas. Son momentos que sabemos que llegarán, pero que siempre pillan por sorpresa. Este puede ser el caso del eterno capitán del Unicaja, Carlos Suárez, y de una forma especialmente amarga. En la pasada victoria del Unicaja en el Palau Blaugrana, el madrileño jugó el que posiblemente fuera su último partido vistiendo los colores cajistas. Una rotura de las fibras de su gemelo le obliga a apartarse de la pista durante, mínimo, seis semanas. Esto lo deja fuera de la dinámica del equipo para lo que queda de curso y hay quien teme no volverlo a ver representando al equipo de la ciudad.
El contrato de Suárez tiene vigencia hasta el próximo verano con opción a ampliarse una temporada más. Esta posibilidad parece improbable, dadas las circunstancias. El corte de su contrato no supondría un gran esfuerzo económico para el club. Además, el capitán cumplirá el próximo mes 36 años. Las dos últimas temporadas demuestran la poca continuidad de Suárez por culpa de las lesiones. El declive del madrileño es lógico y evidente en partes iguales, por lo que es complicado pensar que a la directiva le interese mantenerlo en la plantilla.
El reemplazo de Suárez no será tarea fácil. El legado que deja el capitán, un madrileño casi convertido en malagueño, es digno de su estatus de leyenda en el club. Carlos Suárez cuenta con 437 partidos y más de 8.000 minutos jugados a sus espaldas. Es el tercer jugador con más encuentros disputados en la historia del club, además de ser también el tercer jugador con más victorias (237). Es el sexto máximo anotador histórico del Unicaja, con 2.410 puntos acumulados. El número uno en el ranking de jugadores con mayor valoración acumulada también es para Suárez; suma 4.052 puntos. Ha sido 46 veces MVP del equipo y 22 veces de un partido teniendo en cuenta ambos conjuntos. Números que hablan por sí solos.
¿Cuál es la alternativa a Suárez, si es que existe alguna? Esa es la pregunta que pasa por las cabezas de muchos aficionados y de la propia directiva. A la vista está que en la plantilla actual ningún ala-pívot apunta ser lo que ha sido el capitán. Tim Abromaitis peca de ser demasiado irregular. Ni hablar de Cameron Oliver, que está de paso en Málaga y este verano hará las maletas. El único en el que se ve cierta proyección es Jonathan Barreiro. A pesar de ser alero, su juventud puede permitirle evolucionar su físico y sus condiciones para reconvertir su posición a la de ‘cuatro’. El gallego y el madrileño comparten la misma altura y algunas características en su juego. Si bien Barreiro es más anotador que Suárez, todavía debe pulir la faceta reboteadora para dar el perfil de posible sustituto. Lo que está claro es que el jugador que se lleve el «marrón» de coger el relevo del capitán debe tener ante todo compromiso y respeto por la entidad, aspectos muy reprochados a los jugadores durante esta temporada.
Si finalmente se confirma la marcha de Carlos Suárez, el único jugador restante de aquel Unicaja que jugaba en Euroliga y campeón de Eurocup será Alberto Díaz. Sin duda, ambos destacan por su capacidad de esfuerzo y sacrificio por el equipo. Suárez es un ejemplo de competitividad, de continuidad, de respeto por el deporte y de profesionalidad. Sus nueve temporadas de verde así lo demuestran. Nunca ha sido el jugador más técnico ni el de mayor calidad. Pero en los momentos importantes siempre aparece en la foto. En esta época tan convulsa que vive el Unicaja, se necesitan en la pista más hombres como el madrileño.
