Las notas del Málaga CF contra el Racing: un empate insufrible
Manolo Reina (3): hizo solo una parada, falló en un balón al segundo palo por culpa del sol y debió ser expulsado por un error muy grave.
Javi Jiménez (2): solo con su esfuerzo no es suficiente. Inoperante en ataque y con muchísimas lagunas en defensa. Nula capacidad para ayudar a la salida del balón.
Juanfran (6): uno de los más entonados. Puso varios centros aportando en ataque y controló con solvencia en defensa.
Burgos (6): sin muchos problemas en una jornada ante un equipo que hacía menos daño que un en blanco. No se notó que ha estado convaleciente.
Escassi (6): solvente en defensa, pero no pudo sacar el balón con claridad y sentido.
N’Diaye (6): lento y abusando de la conducción. En la segunda parte controló mejor el centro del campo, pero con poca capacidad de creación.
Febas (4): la llegada de Mel no le está ayudando. Si el otro día ya perdió protagonismo demostrando que cuanto más lejos del área rival menos aporta. Después, en la derecha, acabó por desaparecer. Lo echamos de menos por delante de los centrocampistas.
Hervías (2): ni está ni se le espera. Una autentica rémora para el equipo malaguista por segundo partido consecutivo.
Villalba (3): más desaparecido que la madre de Marco. Lejos de ser el jugador que necesita para dar el último pase, su apatía, al menos desde fuera, acaba por desesperar.
Gallar (5): el mejor de los de la línea de creación, pero insuficiente para ser un jugador referente.
Rubén Castro (5): aun siendo el único que remata a puerta es una isla arriba y parece desamparado ante su incapacidad de buscarse sus propias ocasiones.
Ramón (5): muy normalita su aportación. En esta ocasión perdió algún balón comprometido en el medio del campo.
Haitam (5): dos minutos buenos y poco más. No fue el jugador que esperaban muchos. Champan, todo se le va en la espuma cuando abres la botella y luego nada de nada.
Pepe Mel (5): la mejoría del equipo en tres días de la semana pasada ha quedado en eso y poco más. Paso atrás, en cinco días de trabajo hemos visto al equipo peor. ¿Inexplicable?
