‘Dejaron Huella’ | Ricardo Albis, sobre una hipotética desaparición: «Friamente y analizando lo que hay, creo que es una posibilidad»
Esta mañana de jueves hemos tenido con nosotros al gran Raúl Ricardo Albisbeascoechea, ídolo del antiguo CD Málaga y malaguista declarado
Ricardo Albis ha sido el invitado especial de esta semana de la sección ‘Dejaron Huella’, espacio en el que ha contado muchas y muy interesantes historias y pensamientos acerca del Club, ya sea del antiguo CD Málaga como del actual Málaga CF.
En primer lugar fue preguntado por su confinamiento, a lo que quiso contestar de forma serena que estaba todo bien; aunque las preocupaciones no cesaban aún. «Los deportistas siempre tenemos algo en especial, y es que nos hemos caído muchas veces y siempre nos hemos levantado. Estamos acostumbrados a eso, hay que echarle valor», dijo respecto a esta difícil situación.
Ricardo Albis ha jugado en Primera, Segunda y Segunda B; y sobre esto dijo que «jugar en la máxima categoría del fútbol español es estar en la élite del fútbol mundial. No pude jugar en Barça o Madrid; pero tampoco me puedo quejar de la carrera que tuve. He sido consciente siempre de mis limitaciones. Primera y Segunda tienen un nivel muy alto; y Segunda B tiene uno muy profesional: hay una mezcla de todo, gente muy veterana y gente muy joven. Se pescan muchos valores en esta categoría».
Acerca de su primer año en el CD Málaga comentó que fue difícil, que no jugó nada porque no le cayó bien al entrenador: «El tema deportivo no era lo único, eso se aguanta. Lo que pasaba es que yo era un niño y estaba en otro país, sin familia y sin amigos. Eso te curte y te hace madurar. En mi época madurábamos muy rápido. Yo con la edad de mi hijo ya era padre; aunque cada uno vive su etapa, no era ni mejor ni peor». «Al principio la pasé mal, pero luego hice una especie de reseteo de mi mente. Después empecé a trabajar para mi, de forma egoísta. No le quedó otra que ponerme porque mi estado de forma era bueno, y fue el mismo que me acabó renovando el contrato», conluyó sobre este tema.
Para su primera etapa en la ciudad (1982-1985) solo tuvo palabras de cariño, pues fueron temporadas donde se jugó en Primera y donde se le ganó a equipos como el Real Madrid. Para su segunda etapa, en los 90, no tuvo palabras tan bonitas, pues fueron tiempos de problemas económicos y de mucha incertidumbre deportiva. «Viví un encierro y hasta el último día del CD Málaga. Yo puedo presumir de algunas cosas, pero a malaguista nadie me va a ganar. El último en abandonar el barco fui yo. Me metieron en una mesa que se llamaba ‘mesa de la salvación’, e intenté aportar mi granito de arena, molesté a compañeros para que ayudaran; aunque no valió para nada. Eso me lo quedo para mi», declaró el hispano-argentino.
Sobre la situación actual del Málaga manifestó tristeza: «No es para estar orgulloso», comentó. Quiso pedir que se valorara lo que hay y que se endiosara a quién se lo merece; a quién no, a darle su tiempo. «Los malagueños somos muy especiales y sabemos lo que son estas situaciones», finalizó Albis.
Preguntado por una hipotética desaparición del club, Ricardo Albis fue claro: «Uf… con el corazón te diría que no; si te lo contesto fríamente y analizándolo, sí. El Málaga está sobrepasado en todos los límites y tiene que hacer una ampliación de capital, tiene necesidades. No es ser catastrofista, es ser realista».
Una vez llegó la ronda de preguntas cortas y al ser preguntado sobre sus fichajes frustrados, quiso mencionar dos: Espanyol y Mallorca. Se mostró muy agradecido a su carrera y a sus decisiones.
Para el fútbol argentino tuvo también una respuesta al ser preguntado por la rivalidad Independiente-Racing, clubes en los que militó en su juventud: «Hay unanimidad, me odian los dos», dijo entre risas. «Saben que en Argentina se vive el fútbol con mucha pasión, no se entienden fichajes entre eternos rivales. Tuve suerte de jugar en los dos grandes de Avellaneda. En Racing fui bastante querido pero en Independiente no me fue bien, por responsabilidad mía. Fueron experiencias maravillosas que me ocurrieron con apenas 20 años», continuó el ex malaguista.
Tuvo también que decantarse por el fútbol antiguo o el actual; aunque prefirió quedarse con cosas de ambos. De su época se quedó con los códigos, con las cosas sagradas de vestuario y de equipo que se han ido perdiendo; y de ahora con el cuidado al que están sometidos los jugadores y a los adelantos respecto a esto. Su espinita clavada fue la de no jugar en Europa con más regularidad en un equipo más grande, pues solo lo hizo con el Valladolid en una Recopa. «Mi nivel era el que era y no me quejo tampoco», justificó Albis.
No pudo elegir entre Argentina y España: «Allí me dicen que no soy argentino y aquí me dicen que no soy español. Me siento entre los dos y les estoy muy agradecido a ambos. España me escogió a mi y Argentina escogió a mi padre. Si me preguntas con quién voy en un Mundial, te diría que me tira más la camiseta de Argentina; pero no quiero ningún mal para España».
Para acabar habló de Pablo Guede y de su posibilidad de entrenar al Málaga, a lo que contestó que ambas sintonías son incompatibles a día de hoy; aunque le gustaría verlo en un futuro de la mano del club si es posible.
El ‘pescaito frito’, como viene siendo habitual, lo prefirió sin limón, siempre acompañado de las risas de los contertulios en el día de hoy.