Un punto y sabor agridulce en la irrupción de Álex Calvo en Gran Canaria

El Málaga empató ‘in extremis’ ante Las Palmas con un gol fantástico del jugador juvenil, que puso la nota positiva en un resultado insuficiente (2-2)

Qué lástima de verdad, qué lástima. Una pena que el Málaga haya reaccionado y vaya a hacerlo cuando sus opciones de permanencia en Segunda División son mínimas. Aun así, el malaguismo termina la jornada 31 de la Liga con una sonrisa sacada por un joven con una pinta espectacular de futbolista, don Álex Calvo, que se sacó de la manga un gol sensacional ante Las Palmas.

Buen punto el sacado frente al segundo de la clasificación, no solo por la tabla, sino por las sensaciones de mejoría protagonizadas por Ramón Enríquez, que fue el líder del centro del campo ante la ausencia de Escassi, N’Diaye, Genaro y Luis Muñoz. Al poco de comenzar la segunda parte, se fue con molestias, pero fue un espectáculo lo suyo junto a Febas y Villalba.

El partido, sin embargo, no pudo empezar peor para los blanquiazules, que arrancaron con un gol de Las Palmas de Jonathan Viera y de un penalti señalado a Esteban Burgos por mano dentro del área en un córner rival. En el minuto 19 logró responder gracias a la insistencia de Juande, que forzó otra pena máxima al ir a rematar un balón aéreo de cabeza y ser derribado por Valles. Fran Sol igualó el encuentro.

A partir de ahí, el Málaga se adueñó del choque con la mirada un tanto atónita del que hasta la última victoria del Eibar era el líder de Segunda. Pejiño, Jonathan Viera, Moleiro, Loiodice… Muchos ‘jugones’ que persiguieron sombras. Al filo del descanso, Fran Sol estuvo a punto de poner en ventaja a los suyos con un remate que se fue por poco. Lástima.

Con la segunda parte le costó recuperar la posesión al Málaga. Jozabed entró por Ramón y el cuadro costasoleño reaccionó por las bandas, con un buen Delmás y Lago Junior dando todo lo que le quedaba. En el 75′, entre tanta igualdad, Pejiño tumbó a su rival con una obra de arte, un disparo lejano que superó a Yáñez. No valía el empate. Pellicer dio entrada a Loren Zúñiga e hizo debutar a Álex Calvo a la desesperada… y funcionó.

En el 87′, Álex Calvo recibió por banda izquierda y metió la directa, se fue de uno, dribló a otro para acercarse a zona de peligro y terminó batiendo a Valles con un chut raso, un punterazo que sorprendió a todos. Una reacción sobresaliente del más pequeño para decir que el corazón del Málaga aún late, a pesar de la crisis deportiva e institucional que se vive por Martiricos. 2-2, punto insuficiente… pero a seguir.

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