Un agarrón de los de siempre sancionado como casi nunca
El colegiado belga señaló penalti en una acción en la que el contacto existe, pero que en ocasiones no se sanciona
Zaragoza y Málaga se enfrentaron en La Romareda para disputar un partido correspondiente a la jornada 26 de LaLiga SmartBank. El encuentro estuvo dirigido por el belga Francisco José Hernández Maeso, que tuvo una tarde de fútbol con pocas cartulina y una acción de penalti más que polémica.
El partido arrancó con muy buen ritmo y no dejó acciones merecedoras de cartulinas. El Málaga se adelantó en el marcador en el minuto 26. La jugada del gol no dejó lugar a polémica arbitral. A partir de ese momento sí que se notó la tensión local y se cometieron algunas faltas más.
En el minuto 28 tuvo lugar una entrada de Lombán a Sabin Merino en la que los jugadores locales reclamaban cartulina amarilla. El colegiado no señaló falta y, tras revisar desde el VAR esa acción por una posible roja, el juego continuó.
En el minuto 35 los locales reclamaron penalti por mano de Roberto. En las repeticiones se ve como la pelota parece que sí impacta en el brazo del futbolista del Málaga CF, pero lo tiene completamente pegado y en una posición natural. El árbitro estaba muy bien colocado e interpretó esa acción muy bien. El VAR corroboró rápidamente la decisión y el juego continuó.
La segunda parte comenzó con buen ritmo. En el minuto 54 Antoñín cometió la que fue su tercera falta en el partido. Todas estas fueros leves, pero por reiteración el colegiado pudo amonestar al atacante malagueño, que acabaría el partido sin tarjeta.
Poco después, en el minuto 55, hubo un choque entre Narváez y Escassi en el que el malaguista acabó en el suelo. En directo pudo parecer un manotazo del atacante, pero se puede observar en las repeticiones que es un choque y no manotazo que pudo ser falta pero no cartulina.
La acción clave llegó en el minuto 61, momento en que Hernández Maeso señaló penalti por un agarrón de Cufré sobre Álvaro Giménez. El agarrón existe y es claro, pero también es claro que el jugador no cae por ello, ya que el defensor malaguista lo agarra hacia él y el atacante cae justo hacia el lado contrario, fruto de un contacto que suele estar permitido en las áreas. El colegiado, que contempló penalti en esa acción, amonestó correctamente al defensor ya que si consideró que era suficiente para señalar pena máxima debe mostrar amarilla por el agarrón.
Está claro que Cufré sujeta al atacante, pero esta jugada suele verse en muchos partidos y los árbitros no suelen sancionarla, permitiendo cierto contacto entre jugadores. En este caso el colegiado perteneciente al comité extremeño sí señaló pena máxima, pero la duda queda en ver qué pasará en futuros agarrones y contactos de ese estilo.
La segunda amarilla del partido llegó en el minuto 69 y fue para Escassi por derribar a un contrario en la disputa del balón, evitando con ello un ataque prometedor. La amarilla fue clara y el jugador no protestó. Narváez, que recibió la falta, fue atendido por las asistencias médicas y no tuvo que abandonar el terreno de juego ya que fue atendido de forma rápida y la entrada supuso amarilla.
En el minuto 81 Víctor pudo ver amarilla por propinar un pisotón a un contrario de forma temeraria. Sin embargo, el árbitro no mostró la cartulina. Poco después, en el minuto 82, Petrovic sí que vio la amarilla por un derribo sobre un jugador del Málaga y evitar con ello un ataque prometedor.
Con el resultado de 1-1 y ambos equipos que parecían conforme con ello, pocas faltas se cometieron en el tramo final de partido. El descuento fue de 4 minutos, que refleja el tiempo empleado en las cuatro ventanas de cambios utilizadas en la segunda mitad, ya que a parte de eso el partido tuvo pocas interrupciones.
El partido se saldó con un total de 27 faltas señaladas por el colegiado belga y una polémica centrada en el penalti señalado por un leve agarrón de Cufré en un córner. Hernández Maeso mostró 3 amarillas en un partido que tuvo muy buen ritmo.
