Pablo Guede, mucho más que un motivador
El efecto de la llegada de Guede ha supuesto un cambio de actitud y mentalidad, pese a ello, no es lo que más ha cambiado en el Málaga CF
A un equipo prácticamente muerto y a una afición desilusionada es muy difícil cambiarle la dinámica, pero no imposible. La incorporación de Pablo Guede ha condicionado en gran medida a los jugadores y ha sido un soplo de aire fresco para un equipo que se caía. La afición también ha revivido, sobretodo con la llama nostálgica que prendió Guede, siendo un ídolo para más de una generación malagueña. Lo previamente mencionado está genial, pero no tiene importancia ninguna si no llegan los resultados, la mano del técnico argentino se ha hecho notar.
La pizarra de Pablo Guede presenta múltiples cambios con respecto a las de José Alberto y Natxo González. El míster propone un fútbol en el que se acumula jugadores por dentro con libertad de posición, todos ellos de buen pie. Con esto consigue crear espacio en las bandas para las internadas de los Javi Jiménez y Víctor Gómez. Sin duda, una propuesta muy arriesgada, que a la hora de defender genera problemas.
Estos desajustes que se producen se arreglarán con automatismos y minutos con el argentino en el banquillo. Otro aspecto que podemos destacar son los movimientos a banda que realizan los delanteros para crear espacios en el lugar que abandonan. Propiciando llegadas desde segunda línea. Este contexto tiene futuro con nombre y apellido, Luis Muñoz. Un jugador que se verá muy beneficiado con este estilo de juego, tal y como estamos viendo con Aleix Febas.
Dos jugadores muy señalados que están destacando son Peybernes y Dani Martín. El central galo es todo un experto en coberturas, en el esquema de Guede se ve obligado a realizar muchas por partido y ahí está sobresaliendo por encima de su competencia. La salida de balón empieza desde el primer jugador, el guardameta. El asturiano despunta en su gran juego de pies, está siendo fundamental, en Butarque vimos a un Dani con mucha confianza iniciando los ataques. Además, bajo palos se ha convertido en todo un seguro, siendo la excelencia ante el Real Valladolid.
