El rincón del jugón | ¿Quién toma el mando?

Se veía venir, y no por ello es menos grave, que a Unicaja este año no le llegaba para optar a ganar la EuroCup y así hacerse con el derecho de jugar la próxima temporada en Euroliga. Sí, Euroliga, algo que a día de hoy los cajistas ven como una utopía, por mucho que en pretemporada quisieran vender la moto con declaraciones de intenciones encaminadas a tal logro. Pues no: humo y más humo hasta el punto de que han ahogado todas las ilusiones de la afición malagueña, amante de este bendito deporte y del Unicaja Málaga.

El escudo de Luis Casimiro ya no está para proteger a la Junta Directiva de tan desastrosa gestión deportiva, una persona comedida que no levantaba la voz por no molestar, pero que no le ha dado para mantener el puesto ese carácter conciliador y continuista. Puede ser que fuera lo que le marcaban desde arriba y a lo que accedía sin pegas algunas. Pero ahora está Katsikaris, quien ha llegado y, a los dos día de estar en Málaga, se ha dado cuenta del desajuste que tiene en la plantilla y empieza por pedir un pívot, e incluso un alero defensivo. Nada que nos sorprenda, pues la parroquia malagueña lo lleva demandando desde pretemporada. Algo tan obvio como que Deon Thompson tiene de ‘center’ lo mismo que de base o que Volo Gerun es de Euroliga, lo mismo que uno que escribe por aquí.

El problema que tiene la directiva es que ahora hay un entrenador que les va a pedir y, si no le hacen caso, clamará, que básicamente es lo que hizo en la rueda de prensa pospartido ante Nanterre 92. Clamar por dos incorporaciones y ahora le toca mover ficha a los que fichan, a los que han montado esta plantilla tan descompensada o los que llevan aguantando en esa misma plantilla a jugadores como Wazcynski o Thompson, sin que ambos jugadores hayan cumplido con las expectativas depositadas en ellos, pues aquí se le ataca muy fácil a la gente de la casa: que si Guerrero no la hunde y es blandito, que si Alonso no defiende, que si Alberto es muy conservador, etc, pero resulta que el resto del equipo mea colonia, todos, porque son guay y vienen de Estados Unidos, o son extranjeros con un pequeño bagaje en positivo en Liga Endesa. O son nacionales españoles reconocidos y lo cierto es que, a día de hoy, con la excepción de Jaime Fernández, no han demostrado gran cosa en Málaga. Y estos análisis tan exhaustivos y críticos que se le hacen a los canteranos habría que hacerlo extensivo al resto de la plantilla, algo más objetivo y sin mirar de dónde vengan, medir por rendimiento y menos por gustos, aunque moleste.

Y que a nadie se le olvide: todos los logros en la historia de Unicaja han venido acompañado de grandes canteranos como Nacho Rodríguez, Curro Ávalos, Gaby Ruiz, Dani Romero en la etapa de Javier Imbroda; Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Jesús Lázaro con Scariolo, y sin olvidar a Alberto Díaz, flamante MVP del último título logrado por el equipo cajista, la EuroCup, con Joan Plaza al mando. Pues estos Guerrero, Alonso y Alberto son los que les meten la historia y la grandeza de este Unicaja a los que llegan de fuera, seguramente jugadores con margen de mejora pero que han demostrado ya con creces que pueden ser muy útiles para la plantilla y que les duele el escudo.

Unicaja debe fichar, sí o sí. El club ha tirado la EuroCup, va camino de hacer lo mismo en la Copa del Rey ante el Barcelona y, si no hacen caso a las plegarias del entrenador, lo próximo en tirar será la Liga Endesa quedándose fuera del play-off. Y poca responsabilidad se le podrá pedir a Katsikaris cuando le han dejado un equipo descompensado y con la moral por los suelos. No fichar a nadie y dejar al equipo ir a la deriva lo que queda de temporada difícilmente será justificable al acabar la misma, más aún cuando es una petición que hace de manera pública y directa tu entrenador.

El club malagueño están inmerso en una pérdida de identidad preocupante, con reestructuraciones incomprensibles en el staff técnico de la cantera, donde cada vez hay menos gente de club, con objetivos nada claros y con decisiones deportivas que difícilmente se llegan a comprender, y sin saber a quién atribuirlas pues, a día de hoy, no queda nada claro quién es el que ficha en este equipo. La temporada ya está echada por alto al no conseguir el principal objetivo que había vendido la directiva al principio de esta, volver a la Euroliga, pero no por eso se ha de acabar igual, aún se puede hacer un papel digno en la Copa y volver a entrar en play-off de la Liga Endesa, pero sobre todo dignificar el escudo que se lleva en el pecho, un escudo con muchos años de historia y que representa a una de la mejores aficiones de Europa.