Un Unicaja sin ideas cae ante la apisonadora taronja
El primer partido de la triangular de Murcia se salda con derrota para el conjunto cajista, que no supo reaccionar ante la superioridad del Valencia Basket en todas las facetas del juego (75-90)
Una de cal y otra de arena, así empieza la pretemporada del Unicaja. Si hace una semana hablábamos de la impresionante actuación del conjunto de Los Guindos ante el Coosur Real Betis, en este primer partido de la triangular de Murcia, los malagueños no han sido capaces de dar la talla. Desde el minuto uno, el Valencia Basket fue claramente superior al conjunto dirigido por Luis Casimiro, que fue incapaz de reaccionar ante la efectividad de los taronjas desde la linea de triple.
Este era el partido perfecto para demostrar que el proyecto de Unicaja estaba dando sus frutos, pero no solo cuenta la intención. Es cierto que aun estamos en pretemporada, no se puede juzgar o lapidar a los cajistas por un mal partido, pero hay errores que a estas alturas no se pueden permitir. Al Unicaja le faltó paciencia, se echo en falta una buena circulación del balón y sobre todo, un capitán que marcase los tiempos y pidiese calma a sus compañeros.
El primer cuarto no empezó como debería. Las pérdidas de los malagueños comenzaron a decantar la balanza para los taronjas que aprovecharon la falta de acierto de sus rivales para colocarse por delante en el marcador. Esto sumado a un increíble 7/8 en triples en los primeros diez minutos hicieron que el Unicaja ya no pudiese recuperarse de semejante bombardeo de puntos.
La dinámica de juego continuó en el segundo cuarto. El conjunto de Los Guindos no se encontraba cómodo en pista, estaba falto de ideas y tan solo un siempre brillante Darío Brizuela, trataba de lograr la gesta de recortar la distancia en el luminoso. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano y los cajistas se fueron a vestuarios 19 puntos abajo. (39-58)
El Unicaja no se puede permitir anotar tan solo 39 puntos en 20 minutos, así no se vence a equipos de la zona alta de la tabla. El resto del partido continuó con el mismo ritmo. El conjunto dirigido por Jaume Ponsarnau cerró un partido perfecto, sin fisuras, demostrando que sus nuevos fichajes se han adaptado a la perfección al equipo. Por parte de los cajistas, poco hay por resaltar, quizás se podrían salvar Wazcynski y Brizuela, que fueron los máximos anotadores con 15 y 14 puntos, respectivamente. Otro aspecto positivo fue la aparición de Yannick Nsoza. El canterano, que anotó 4 puntos, destacó por su vitalidad y hambre de juego.
En la parte negativa, un desaparecido Axel Bouteille que acabó el encuentro sin estrenar su casillero de puntos, las cero asistencias de Gal Mekel y un errático Deon Thompson que restó más de lo que aportó al equipo. En definitiva, no es un partido para el olvido, si no un bache del que hay que salir y donde hay mucho por aprender. Aun quedan tres pruebas más antes de el Unicaja de el salto hacia la temporada 20/21 de la Liga Endesa, tres oportunidades para demostrar que esta versión no es la que vamos a ver los próximos meses, que solo ha sido un leve traspiés.
