El rincón del jugón | Necesidades que agudicen el ingenio

A nadie se le escapa que Unicaja está pasando por una de las peores rachas que se recuerda. Un equipo totalmente descompensado con un exceso de cupo en el perímetro y, por contra, falta de efectivos en la pintura. Fotsis Katsikaris lo ve claro nada más desembarcar en Málaga y no tarda en decirlo: primero, que el equipo físicamente está mal y que necesita músculo en la pintura, e incluso en la línea exterior, donde, ante la falta de Milosavljevic, no hay nadie con esa capacidad defensiva. Dos incorporaciones capitales que todo el mundo ve, menos los dirigentes del club a los que compete tales gestiones.

Es muy triste ver al equipo así y, aunque no sea la peor racha de resultados, todos nos acordamos de la temporada 2011/12 de Chus Mateos. El Unicaja las ha tenido peores y parecidas a la de hoy día, pero después de cada una de ellas el club supo reaccionar y al equipo lo rearmaron para bien con la consiguiente mejora en el plano deportivo.

Vamos a viajar en el tiempo y recordemos qué ocurrió en la temporada 1987/88, cuando Unicaja jugaba con la denominación de Caja de Ronda. Esa fue una temporada realmente mala, el equipo cajista sólo fue capaz de ganar un partido de la liga regular, una competición que se jugaba en dos fases y la acabó con un balance de 1-27 y que no provocó el descenso del equipo porque ese año la Liga ACB cambiaría el formato y amplió el cupo de equipos a 24 formaciones. Aquel año ascendería a la élite Mayoral Marista, lo que permitió al cuadro cajista salvar la categoría.  El equipo necesitaba una reestructuración deportiva importante, y se acometió. Llegaron jugadores como Joe Arlauckas, Fede Ramiro, Luis Blanco o Ricky Brown… quienes, junto a los Rafa Vecina o Jordi Grau, iniciarían un periodo con grandes resultados para el club.

Otra gran crisis que vivió el club fue en la temporada 1991/92 ya con la denominación de Unicaja de Ronda. Ese año llegaron jugadores como Ruiz Lorente, el gigante Álvaro Teherán o un mítico como Valery Tikhonenkho. El equipo cambió hasta dos veces de ‘center’, cortando por bajo rendimiento al pivot colombiano Teherán e incorporando a todo un NBA como Ralph Sampson, pivot americano de 2,24 centímetros, que formaría una de las parejas más famosas de la liga americana en Houston Rockets junto a un tal Hakeem Olajuwon, ‘Las Torres Gemelas’.

Pero también salió rana y duró sólo dos meses y, después de ocho partidos el pívot americano, muy mermado por una lesión de rodilla que incluso no le permitió superar el pertinente reconocimiento médico, fue cortado y su sustituto fue Eddy Amos, un  pívot americano que venía de rescindir contrato con Melilla. Así encaró Unicaja Ronda la última fase del campeonato, donde se jugó la permanencia ante Collado Villalba en los ‘play-out’, que le llevó a un quinto agónico partido donde el cuadro cajista venció en Ciudad Jardín y así certificó la permanencia en la Liga ACB. De nuevo tocaba reconstruir al equipo, era la temporada 1992/93, la de la fusión con Mayoral Marista, y el club se reforzaría con una tripleta de americanos de calidad. Chris King, Tony Massenburg y Michael Anthony Ansley. A alguno os sonará, y otro ilustre como Manel Bosh. Buenos refuerzos que, junto a los canteranos, hicieron que comenzara una de las épocas doradas del Unicaja.

Y así se llegaría hasta la última gran crisis de Unicaja, la anteriormente referida de la temporada 2011/12, dirigida por Chus Mateo. Después de esta temporada el club reaccionó y desde la dirección deportiva se intentó dar un giro a la situación incorporando como entrenador a Jasmin Repesa, y jugadores como Kunostlav Simon, Panko, Sergi Vidal, Calloway, Zoran Dragic, Fran Vázquez o Kosta Perovic. El equipo no terminó de carburar y al final resultó ser una temporada de transición donde se cortó a Repesa y se contrató para el curso 2013/14 a Joan Plaza, que desembarcó en Malaga junto a Jayson Granger, Carlos Suárez, Ryan Toolson, Kuzminskas, Rafa Hettsheimer, Caner-Medley, Stimac y un jovencísimo Domas Sabonis. Proyecto ambicioso, donde se logró llegar a dos semis en ACB consecutivas y que culminó con el último título logrado por Unicaja, la Eurocup de 2017 ante Valencia.

Queda claro que ante crisis deportivas de envergadura la dirección del Unicaja históricamente siempre supo reaccionar. Por ello empieza a ser alarmante esta falta de movimientos dentro del seno del club ante una crisis deportiva tan evidente y que lo único que hace es generar desasosiego, desilusión y desconfianza en la parroquia  malagueña. 

La temporada, a día de hoy, está echada. Los jugadores, independientemente de los refuerzos que puedan llegar, han de sacar esta patata caliente junto al nuevo entrenador y devolver al equipo a su lugar, que no es otro que dentro del Top 8 de la Liga Endesa. Eso es responsabilidad de ellos y en sus manos está, al igual que es responsabilidad de la dirección del club de Los Guindos hacer lo que sus antecesores hicieron cada vez que el club de vio inmerso en crisis deportivas de tal calibre. Es tiempo de actuar, unos en el parqué y otros en los despachos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com