Un motivo para creer
Devastado. Sin ganas de seguir. La camiseta aprieta, casi ahoga. Seguimos unos colores que no nos siguen.
No sabría explicar la sensación de decepción y hastío. Hartazgo.
Y piensas en posibles soluciones que no crees que se puedan ejecutar, dado que hay una ‘hermandad del cortijo’ que niega la mayor. El club sigue siendo refugio de la mediocridad y los resultados son los que son. Ni si quiera un albañil de la solvencia de Mel, puede hacer mezcla sin los ingredientes adecuados. Cemento hay, otra cosa es que a ti no te guste, nos dice el jefe de obra delante de sacos de plastidecor blanco…
Y… ¿la solución? No pasa por la defensa del nepotismo político de José María. Es más, le sugiero, desde la humildad, que aparte actitudes paternalistas. Que mire los números de un sistema que no funciona. Que tome decisiones o se lo va a llevar la marea. Ya hemos visto salir al Melillero y vemos recoger las toallas, todos en esta playa, sabemos qué viene ahora.
Debemos seguir. Somos los herederos de malagueños de grandes gestas. Somos los que resurgimos desde la desaparición. Tenemos Memoria, tenemos Compromiso y somos pura Fe. Somos el Málaga.
Sí, Jose María, Manolo… somos el Málaga. Y vosotros estáis en la disyuntiva de elegir cómo queréis ser recordados, porque vamos a prevalecer. No daremos pasos atrás. Cuando rompen las olas lo hacen en azul mar y blanco espuma. Nuestro sentimiento es un maremoto. Un tsunami.
Dirección general, nueva dirección deportiva, con un plan de trabajo distinto a fichar por catálogo. Ya está bien de Bromasport y demás comisionistas. Fin de las contrataciones de ex. Profesionalización.
Vamos a sacar al Malaga de la Cueva. De ese agujero inmundo en el que lo han metido. Y cada cuál tendrá que decidir ser parte del problema o de la solución.
Memoria, Compromiso y pura Fe.
