Seriedad, rigor y efectividad para coger aire

Volvió la mejor versión del Málaga para vencer (2-0) al Girona en La Rosaleda, un triunfo que sirve para impulsarse sobre un descenso agónico

Coraje y corazón. Con estos ingredientes cimentó el Málaga su primera victoria posconfinamiento, un triunfo que significa un chute de moral extraordinario para el equipo de Pellicer. Superó en todos los sentidos a un Girona irreconocible: se armó atrás, dio rienda suelta a sus caballos de batalla -Cifu y Juankar- y trabajó en la sala de máquinas para hacer brillar a sus ‘jugones’, que este domingo volvieron a ser Tete Morente y Juanpi. La nota negativa, la expulsión por roja directa de Adrián, en un momento claro de desconcentración por parte del capitán malaguista.

Pellicer repitió esquema con la novedad en el once de Adrián, que volvía a acompañar a Keidi Bare, y de Tete Morente, inconmensurable en todas sus acciones individuales de ataque. La apuesta salió de lujo. Las bandas fueron la clave de un ataque con confianza a raíz del primer tanto, que llegó en el minuto 20 de encuentro tras un contragolpe de manual: robó Juanpi, llegó a la frontal el venezolano, cedió para Tete Morente y el gaditano la puso al segundo palo para que un inusual Cifu cabeceara el balón directo al fondo de las mallas. Un 1-0 que hizo mucho daño al Girona.

Sin embargo, un mazazo más sensible fue la roja directa de Christian Rivera a los dos minutos del gol. Una entrada a destiempo -aunque involuntaria- y un plantillazo durísimo sobre la espinilla de Keidi Bare. Se quejó el jugador rojiblanco, pero era obvia la cartulina. En superioridad numérica, el Málaga controló aún más los tiempos del partido. Merced a un gran Keidi Bare, el dominio de la medular fue monumental. Mientras, Juanpi se adentró entre las líneas gerundenses para aportar la magia y calidad necesaria de cara a gol.

Punto y aparte para Lombán, que firmó un partido sensacional secando en todo momento al mayor peligro del Girona, el goleador Cristhian Stuani. La formación de tres centrales, dos carrileros muy ofensivos y el doble pivote, más los tres de ataque, funciona. Quedó demostrado en Lugo, donde se vieron brotes verdes a falta de esa pizca de gol, pero hoy se ha ratificado la nueva idea de Pellicer para, además, hacer frente a las numerosas bajas que tiene el equipo.

Tras el descanso, la diana de Sadiku declinó el choque definitivamente favorable al Málaga. Otro gran envío de Tete Morente y un testarazo monumental del ariete albanés, que le ganó la espalda al exmalaguista Ignasi Miquel. Tan solo cinco minutos tras la reanudación necesitó el Málaga para finiquitar el duelo. El Girona se vio fuera. Los minutos transcurrieron sin que Munir viera en peligro su meta, y en el 74′ llegó la expulsión de Adrián. Pisotón claro al tobillo de Gumbau. Ni el madrileño ni Sadiku, por una tarjeta amarilla buscada que implica suspensión, estarán en Vallecas para enfrentar al Rayo. Entraron Benkhemassa, el recién renovado Villanueva y Rolón. El partido no cambió y los tres puntos se añadieron al marcador de la clasificación del Málaga. Lección de seriedad, rigor y efectividad para seguir adelante por la permanencia.

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