A la grima generada por Tebas en LaLiga se une la incapacidad manifiesta de Aganzo en la AFE
Mientras que todos agudizamos el ingenio para pasar, de la mejor manera, nuestro confinamiento, ahí a fuera se están viviendo luchas cotidianas con nombres y apellidos. La que están empezando a mantener los que dirigen el fútbol español está empezando a dar vergüenza. A la ya habitual grima que me da Javier Tebas se une la incapacidad manifiesta de David Aganzo para dirigir el sindicato de jugadores. Hace una semana el representante de los futbolistas los dejaba al pie de los caballos al ofrecer un acuerdo a la patronal que solo buscaba contentar al que quiere tener como aliado frente a Luis Rubiales, pero el propio Tebas debió decirle «seamos serios, esto no es un casino«. De seriedad le tiene que hablar Tebas a alguien, es para echarse las manos a la cabeza. Ahora, en un ejercicio vergonzoso, Aganzo lanza un comunicado con los representantes de los jugadores en los clubes, los capitanes, en el que le dice a LaLiga precisamente que no están de acuerdo con lo que el propio Aganzo le propuso a Tebas hace unos días.
Resumiendo para gente encerrada en casa: Le digo a mi jefe que acepto trabajar más por un aumento de sueldo con la que está cayendo y con las empresas planteando ERTE y cuando se enteran los compañeros a los que represento les digo que no es incierto, mientras que mi jefe confirma mi propuesta. Para intentar no quedarme con el culo más al aire todavía, reúno a mis compañeros y me pongo farruco como si fuese el más honrado de todos ellos, el Braveheart del sindicalismo. Por tus acciones te conocerán y a David Aganzo ya le hemos calado como a un melón de Villaconejos. Sus ansias de poder van por delante del resto de las cosas, es capaz de pisar a cualquiera para mantenerse en un puesto al que llegó por ser un pelele de Rubiales y al que le salió el tiro por la culata porque cuando el ex del Racing se vio con poder se olvidó de los motivos por los que se le puso en el cargo y se centró únicamente en su lucha por quedarse en la poltrona. Olvidándose de los futbolistas, del sindicato y del Susum Corda.
Ahora la propuesta de la AFE choca de primeras con el poder de Tebas y de los clubes. Tampoco tiene ningún sentido toda vez que los jugadores, sin AFE, están negociando con sus clubes las rebajas de sus emolumentos con lo que han vuelto a dejar con el culo al aire a Aganzo y sin poder a la LFP que pretende imponer unos sueldos o mejor dicho una rebaja en los sueldos como si la liga pudiera decidir cuanto tienen que cobrar los jugadores. La ambición y el deseo de poder de Tebas y Aganzo les hacen compañeros de viaje en esta travesía en la que da la impresión que solo saldrá vivo uno, el que más respaldo tiene, que es el presidente de la LFP. A David Aganzo se le está cayendo el chiringuito por su nula capacidad y las voces críticas dentro del sindicato auguran un turbio futuro para el ex delantero.
