El Unicaja tira su sueño por la borda en una derrota con polémica

Nuevamente una decisión controvertida y la mala gestión de Casimiro en los instantes finales hacen que el conjunto cajista se quede prácticamente sin opciones de alcanzar las semifinales

Lo tenía Unicaja en sus manos. Pudo lograr el pase a la siguiente ronda, pero la nefasta lectura del partido por parte del técnico cajista privaron a los malagueños de su sueño. El Unicaja salió a la cancha de la Fuente de San Luis con un ritmo de juego similar al visto en su primer partido de la Fase Final. La buena circulación del balón sumado a una defensa sólida por parte de Gerun y Thompson y el acierto desde la línea exterior, colocaron a los cajistas por delante en el marcador. Con un parcial de 7-12, Dusko Ivanovic pidió tiempo muerto para reactivar a los suyos. Aquí cambió todo. El juego rápido de los vascos salió a relucir y recortaron las distancias para acabar el primer cuarto con un marcador de 19-19.

El segundo cuarto se podría resumir en una sola palabra: descontrol. Los de Casimiro no fueron capaces de seguir el ritmo de juego marcado por el Baskonia, en un cuarto donde solo anotaron 5 puntos en siete minutos. Nuevamente se le cerraba el aro a los malagueños que veían como sus opciones de lograr la victoria se reducían por momentos. Con un parcial de 23-14, el Unicaja llegó al descanso perdiendo por 11 puntos. Pero todo iba a cambiar a la vuelta de vestuarios.

Como si de otro partido se tratase,  los cajistas salieron con otro aire y  endosaron un parcial de 0-17 a los vascos para volver a meterse en el encuentro. Alberto Díaz se echó el equipo a las espaldas, con la ayuda de un Josh Adams colosal en defensa. Cuando mejor estaba el equipo, Casimiro decidió meter en pista a Carlos Suárez y Rubén Guerrero, haciendo que el ritmo de juego bajase. El Baskonia supo aprovechar el cambio de táctica introducido por el técnico cajista y se mantuvo vivo en el encuentro gracias a los tiros libres y a la actuación de Lucas Vildoza, que acabó el encuentro con 13 puntos.

El encuentro estaba decantado para Unicaja, pero una serie de malas decisiones y de errores garrafales sepultaron a los cajistas. Con 70-75 en el marcador y tras un rebote vital para los malagueños, Ejim no logró finalizar el mate y Diop recortó distancias con un triple. Acto seguido una falta sobre Suárez otorgó dos tiros libres a los vascos que forzaron la prórroga. Los últimos cinco minutos tuvieron un nombre propio, Gal Mekel. El israelí fue el encargado de mantener el Unicaja en el partido en los primeros minutos y luego, Bouteille, que con dos triples seguidos dejaba al equipo rozando la victoria.

Lo que ocurrió en los últimos segundos aún no tiene explicación. A falta de 43 segundos, Henry igualó el marcador a 86. La posesión era de Unicaja. Se la jugó Bouteille desde la línea exterior, fallando el tiro y dándole una última oportunidad a los de Ivanovic. A continuación, una falta inexistente de Bouteille, que los árbitros hasta llegaron a revisar en el Instant Replay, decantó el partido. 87-86 y fin al sueño cajista.

Ahora llega el momento de reflexionar. ¿Porqué no estuvo Josh Adams en los minutos finales? ¿Por qué Casimiro se empeñaba en dejar en pista a Brizuela o a Guerrero cuando era evidente que no estaban en su mejor momento? Preguntas que no tendrán respuesta. Aún queda una mínima esperanza. Si Baskonia pierde ante el Joventut el próximo jueves y el Unicaja vence al Bilbao, puede que el average nos beneficie, pero eso es mucho suponer. Lo único que había que hacer era ganar y no se ha logrado, es momento de pensar en lo que se ha hecho mal.