Toca subir el grado de exigencia

Pese a los problemas financieros, el nivel es más alto y los objetivos deben ser más ambiciosos

Llegamos al ecuador de este mercado de fichajes y se respira algo diferente en Martiricos. La llegada de los nuevos jugadores han despertado un hilo de ilusión entre una afición que pone en valor el trabajo que se está ejecutando desde la dirección deportiva, sobre todo, conociendo los problemas económicos que sigue teniendo la entidad y siendo todavía uno de los equipos con el límite salarial más bajo de la categoría.

Pese a los límites tan evidentes que tiene el Málaga, su imagen ha cambiado radicalmente de un año a otro, gracias al lavado de imagen provocados por la llegada del administrador judicial y la de Manolo Gaspar. Lo que ocurrió aquel verano de 2019 con Okazaki, José Rodríguez, Mula e Iván Rodríguez repercutió de forma muy negativa para el club, como era evidente. Los jugadores, asustados por sus propios representantes y demás equipos, huían de una posible llamada del conjunto malaguista, como bien han asegurado los propios protagonistas que aterrizaron el pasado año en la Costa del Sol.

Ahora, para bien del club, todo ha cambiado. Al teléfono de Manolo Gaspar no paran de llegar ofrecimientos, y esto no debe sorprenderle a nadie porque la gran mayoría de jugadores de Segunda División quieren jugar en un equipo como el Málaga. Quizás eso es lo que menos ha cambiado, ya que le pese a quien le pese, el Málaga CF es uno de los equipos más grandes del fútbol español, y que además, cuenta con una de las aficiones más fieles y una de las provincias más importantes del mundo.

Fichajes de la clase de Jozabed (se cuenta como fichaje pese a haber jugado aquí la pasada campaña), Brandon Thomas, Ismael Gutiérrez o Dani Martín lo confirman. Todos ellos llegan de clubes de Primera División, algo impensable hace a penas 10 meses. Esto no es todo, ya que estamos viendo cómo «la cueva» se adelanta a otros equipos y firman a jugadores como Paulino y Javi Jiménez que eran pretendidos por más de la mitad de equipos de la categoría.

De momento, estos son los que han llegado, pero aún faltan más. Peybernes y Cufré podrían ser los siguientes, y con ellos se cerraría a priori una zaga malaguista que da un salto considerable con respecto al pasado año. En la medular, la continuidad de Luis Muñoz y Escassi son claves, y parece que nadie los va a mover de su sitio. Sin duda, las pocas piezas que faltan son en ataque, donde el club busca pacientemente a un nueve puro, que se complemente a la perfección con los jugadores de tanta movilidad con los que cuenta José Alberto para darle ese plus definitivo.

El tema de las fichas ya no es ninguna excusa. El dinero sí que sigue siendo uno de los problemas, aunque viendo lo que estamos viendo, el grado de exigencia debe subir. El nivel se ha elevado en casi todas las posiciones del campo, y todavía faltan 31 días para ponerle la guinda al pastel. Esto no quiere decir que el objetivo del equipo deba ser desde el inicio buscar el ascenso vía Play Off, ya que nos estaríamos engañando a nosotros mismos, eso sí, mirar hacia abajo tampoco debe ser una opción. El malaguismo merece ver algo más esta campaña y debemos exigirlo en el campo viendo la calidad de muchos de estos jugadores. Que no nos apodere el derrotismo.

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