San Pablo Burgos-Unicaja: a un paso de la Copa
El conjunto cajista depende de sí mismo para clasificarse al torneo del KO, pero para ello deberá ganar, como mínimo, uno de sus dos próximos encuentros
El destino de Unicaja en el 2021, al menos a corto plazo, se decide en el primer encuentro del año. Los cajistas se encuentran, como se dice coloquialmente, «con el agua al cuello» en lo que a la clasificación para la Copa del Rey se refiere. Tras las derrotas ante el Fuenlabrada y el Coosur Real Betis, los de Luis Casimiro se juegan su pase al Torneo del KO el domingo 3 de enero ante el San Pablo Burgos (12:30 horas).
De momento, las cuentas para la Copa «favorecen» al Unicaja. La derrota del Morabanc Andorra, uno de los equipos que podrían quitarle el puesto en la tabla, ante el Baskonia, deja al conjunto de Los Guindos con más opciones para mantenerse entre los ocho primeros clasificados. El equipo del principado se ha quedado con un balance de 7-8 y, como mucho podría llegar al 10-8 ya que aún le quedan tres partidos por disputar de la primera vuelta. Aún así, si los malagueños consiguen al menos una victoria en los dos próximos encuentros (San Pablo Burgos y Baskonia), tendrían casi asegurada su participación en la Copa, dado tendrían 10 triunfos y el average favorece a los verdes.
Sobre el papel todo queda muy bonito y parece muy fácil, pero en la realidad no lo es tanto. Los dos pinchazos de Unicaja ante Fuenlabrada y Betis, equipos a priori inferiores al cajista, han provocado que los de Luis Casimiro se jueguen el billete a Madrid ante dos conjuntos de mayor calibre y que ya están clasificados. El San Pablo Burgos ha certificado hace apenas unas horas su presencia en la Copa del Rey, puesto que, por si se olvida, también tenía asegurado la pasada temporada, pero se lo arrebató Unicaja. Aquí hay mucha posibilidad de revancha.
El plantel dirigido por Joan Peñarroya cuenta con un balance de 11 victorias y 5 derrotas, de las cuáles tan solo dos han sido como local, precisamente ante Fuenlabrada y Real Madrid, por lo que asaltar el Coliseum va a ser un gran reto para comenzar el año. El problema no es que Unicaja no sea capaz de vencer al San Pablo Burgos, artillería tiene de sobra, el problema son las malas sensaciones que arrastran los malagueños.
Con las ausencias de Gal Mekel, Carlos Suárez y Alberto Díaz, Jaime Fernández será el encargado de dirigir a un equipo que últimamente tiene más errores que aciertos. Para estar un paso más cerca de la Copa, el Unicaja necesitará que Francis Alonso reaparezca y deje atrás los números no tan llamativos de las últimas jornadas, que Darío Brizuela aporte algo más en defensa y que el equipo en general de un gran paso adelante. La ocasión lo merece.
Los antecedentes tampoco acompañan al Unicaja. En las dos últimas temporadas, los malagueños no han sido capaces de llevarse el triunfo como visitantes. El reto, repito nuevamente, es difícil, pero no imposible. Los cajistas tienen ante sí la oportunidad de dejar atrás los malos recuerdos del 2020 y empezar el 2021 con una versión mejorada de sí mismos. Solo queda esperar y pedir algún deseo de año nuevo.
