Pocas amarillas y mucha personalidad en una muy buena actuación de Ais Reig
El valenciano estuvo acertado en la toma de decisiones en un partido que no tuvo demasiada exigencia ni polémica
Oviedo y Málaga se enfrentaron en el Carlos Tartiere para disputar un partido correspondiente a la jornada 13 de LaLiga SmartBank. El partido estuvo dirigido por Saúl Ais Reig, árbitro perteneciente al comité valenciano y que tuvo una actuación más que correcta.
La primera acción de peligro del partido llegó en el minuto 5, momento en el que cabe destacar la buena aplicación de la ley de la ventaja de Ais Reig en una falta sobre Paulino en el centro del campo y que terminó con un remate del propio Paulino que se marchó muy cerca de la portería ovetense. La primera acción que pudo suponer cartulina amarilla llegó en el minuto 12, momento en que Genaro pisó a un jugador del Oviedo cuando la pelota ya no estaba a distancia de ser jugada y de forma temeraria. A pesar de que el jugador malaguista pudo ver la amarilla, el colegiado valenciano no se la mostró.
La primera amarilla del partido la vería David Costa en el minuto 15 tras cometer una dura entrada sobre Kevin en la que derribó al malagueño de forma temeraria y que dejó al joven futbolista con dolencias en su tobillo. Si el jugador del Oviedo vio la amarilla por esa acción, Escassi debió verla en el minuto 27, cuando el malagueño derribó de forma temeraria a un contrario por detrás. Sin embargo, el colegiado no consideró que fuese falta y tampoco mostró la cartulina.
En el minuto 32 Borja Bastón recibió un ‘pelotazo’ en la cabeza en el lanzamiento de una falta cuando estaba en la barrera. El jugador se quedó dolido y el árbitro, muy atento, paró el juego rápidamente para que el jugador pudiera ser atendido. Además, aprovechando esa parada, Kevin se acercó a la banda y dentro del campo aprovechó para que las asistencias médicas le echaran algo en el tobillo. El cuarto árbitro se percató de ello e hizo que Kevin abandonara el terreno de juego por haber sido atendido.
La primera parte se saldó con una única tarjeta amarilla. El descuento del primer tiempo fue de tres minutos, que refleja el tiempo perdido en las dos veces que las asistencias tuvieron que entrar a atender tanto a Kevin como a Borja Bastón.
En el minuto 51 los jugadores del Oviedo pidieron penalti en una acción en la que la pelota impactó en el brazo de Juande. Es una acción rigurosa ya que es cierto que la mano de Juande ocupa un espacio pero se encuentra en una posición natural y la pelota proviene del propio cuerpo del defensor malaguista. El árbitro pudo apreciar perfectamente la acción y no consideró penalti. En esa misma acción, cuando el Málaga se hizo con la pelota, la defensa sacó la pelota y buscó a Paulino con un pase en profundidad. En ese momento, Calvo zancadilleó a Paulino cuando veía que el jugador malaguista iba a llegar a la pelota, acción que fue merecedora de cartulina por evitar un ataque prometedor pero que el árbitro no consideró ni falta.
La segunda parte transcurrió de forma muy tranquila y con un gran ritmo de juego con pocas interrupciones. La primera amarilla de la segunda mitad llegó en el minuto 72 y fue para Mossa por derribar de forma temeraria a Paulino. Concretamente en el lanzamiento de esa falta tuvo lugar la acción del 1-1 con el que el Málaga empató el encuentro.
Con el empate en el marcador el partido tuvo una mayor tensión, pero el ritmo siguió siendo bastante bueno. El descuento volvió a ser de tres minutos, cifra que refleja el tiempo perdido en las cinco ventanas de cambio que se emplearon a lo largo del partido. Es cierto que hubo un cambio en el descuento y también sé perdió tiempo en la celebración del gol, por lo que el partido debió prolongarse hasta el 95.
En definitiva, un partido en el que Ais Reig no estuvo demasiado exigido y que se saldó con un total de 25 faltas señaladas y dos amarillas. El VAR no tuvo que corregir al colegiado valenciano y tampoco dejó polémica en las áreas ni en expulsiones.
