Okazaki convierte una final en sátira
El Málaga deja escapar dos puntos en la última jugada (1-1), un golazo de chilena de Okazaki, un jugador que fichó por el equipo blanquiazul pero que no pudo ser inscrito
Ya es un tópico lo de «malaguismo es que…», pero hoy Okazaki se ha pasado el juego. El futbolista japonés, cuya primera aventura en España iba a ser en La Rosaleda, le arruinó una victoria de muchos quilates al Málaga en el 95′, en la última acción del encuentro entre los blanquiazules y el Cartagena, que aprovechó de la mejor manera su único disparo a puerta.
Se encerró el equipo de Natxo González y pecó de racanería. Dos puntos clave por la permanencia que se escapan y un empate que prolonga la horrible dinámica de un Málaga condenado a sufrir hasta el final. Porque Brandon Thomas puso el triunfo en bandeja con un buen cabezazo al poco de comenzar la segunda, en una buena asistencia de Vadillo, la mejor noticia de este lunes Día de Andalucía.
Natxo hizo cambios importantes en el once, con las novedades de Brandon, Jairo, Vadillo y Jozabed. Las sensaciones de los primeros minutos fueron desconcertantes, ciertamente: positivas, por el lado ofensivo y negativas, como suele ser costumbre, en defensa, ya que a los diez minutos anularon un tanto a Álex Gallar por falta previa de Rubén Castro a Javi Jiménez.
Brandon gozó de la primera gran ocasión del Málaga y Rubén Castro rozó el 0-1 sobre la media hora. Posteriormente, el partido entró en una fase de anestesia que se alargaría hasta el segundo tiempo, con ese gol que parecía encarrilar el triunfo. A partir de ahí, las ideas del conjunto de Natxo González brillaron por su ausencia y el Cartagena, más por conveniencia del guion que por otra cosa, asumió los mandos del encuentro.
Ese empate de Okazaki sentó como un jarro de agua fría en La Rosaleda, que ya se preparaba para marcharse con los tres puntos en el bolsillo. El Málaga sigue en caída libre, con mejores sensaciones, eso sí, pero sin esa primera victoria con Natxo que ayude a superar una crisis en forma de sátira que ya pesa demasiado en Martiricos.
