Mucho Almería para un gran Málaga

El Málaga amenazó con la victoria por momentos en los Juegos Mediterráneos, pero el poderío del Almería se impuso en los últimos minutos (3-1)

A veces las derrotas, pese a ser dolorosas, permiten adivinar y conocer ciertas cosas. Este Málaga tiene un potencial enorme, y lo ha demostrado en tierras almerienses. Pellicer se lleva algunas notas que permiten ser optimistas y que, de no ser por el cabezazo de Maras en el minuto 78, podría haberse convertido en un empate o, incluso, la victoria, que no era nada descabezado. El portero rojiblanco Fernando, que tuvo que sustituir a Makaridze por lesión, evitó hasta en tres ocasiones claras que el cuadro blanquiazul le diera la vuelta al marcador. Finalmente, la pegada local decantó el choque.

Eso sí, el juego de la primera parte dejó mucho que desear. El Málaga salió dormido, y pronto lo pagó. A los ocho minutos, además, Calero se fue lesionado y Benkhemassa salió. No estuvo afortunado el argelino, que en la primera pelota que tocó se la regaló a Villalba para el enrachado Sadiq estrenara el marcador. Un 1-0 que pesó demasiado a los de Pellicer, sobre todo por los minutos posteriores en los que Dani Barrio llegó a salvar un segundo tanto que podría haber sido mortal. Pero, pasada la tormenta, el Málaga comenzó a mejorar.

Con Joaquín por bandera en el ataque, el Málaga logró el empate al filo del descanso. Una de los primeros serios acercamientos al área almeriense acabó con una gran asistencia de Caye Quintana y un disparo cruzado del extremo malagueño. Pellicer sentó de inicio a Chavarría, que luego acabaría entrando. Sin él, el ataque en el segundo tiempo estuvo suelto, activo y con ganas de sorprender. Cristian Rodríguez, además, hizo de segundo punta para colaborar en una zona donde se ausentaba Yanis Rahmani por la dichosa cláusula del miedo.

El Málaga dominó el segundo tiempo, pero le faltó definir en las opciones que tuvo. Joaquín volvió loco al Almería y Fernando salvó al conjunto rojiblanco, que está hecho solo y únicamente para ascender a Primera División. A continuación, Ramón gozó de buena posición de disparo que repelió nuevamente el guardameta. El que perdona lo paga: a los pocos minutos, centro al área y el maldito cabezazo de Maras. Nada pudo hacer Dani Barrio, pero sí la defensa, en concreto Ismael y Mejías, que se quedaron enganchados en el fuera de juego.

Buscó el empate a la desesperada el equipo de Pellicer, y con más corazón que cabeza. Sin embargo, el técnico castellonense tuvo que sentar a Joaquín por molestias y la entrada de Chavarría no tuvo el efecto deseado. Al final, Ramazani sentenció el partido con el definitivo 3-1. Una derrota muy amarga por lo que pudo ser, pero dulce viendo lo demostrado por un Málaga que sigue creciendo, a pesar de encadenar dos derrotas consecutivas.

Nacho Carmona

Periodismo en la UMA. Locutor, narrador y jefe de sección de fútbol sala en SportDirect Radio.

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