La desidia del fantasma de Arraijanal
La presencia la pasada semana del grupo socialista en el Ayuntamiento de Málaga en un acto en las inmediaciones de las obras de la futura academia malaguista nos ha llevado a acercarnos a las inmediaciones para mostraros un panorama desolador: la paralización de una obra fundamental para el futuro de la entidad blanquiazul
Este es el aspecto que tiene a día 16 de junio lo que deberían de ser los campos de entrenamiento y las instalaciones de La Academia del Málaga CF. Mirar ese solar así, con los ojos de quien aparece por allí después de muchos meses, es realmente desalentador. Un esqueleto de hormigón del que se atisba lo que será la puerta principal del recinto, otros dos de lo que podrían ser unas gradas y el desierto. Ni rastro de campos de fútbol, canteranos soñando con llegar a debutar en La Rosaleda, ni ojeadores queriendo llevarse las futuras joyas del fútbol español, los nuevos Castillejo, Fornals, Darder, Antoñín u Ontiveros… Eso sí, chinches tampoco vimos, aunque tiene más pinta que existan que jugadores de fútbol en esa zona.
Unas imágenes para la recapacitación de todas las cosas que se hacen mal en esta santa tierra. Unas imágenes para la vergüenza, para el que la tenga, que parece que de eso muchos andan cortitos. No se caen dos lágrimas cuando contemplas la miseria de un proyecto tan importante porque hay cosas más importantes por las que llorar, pero le entran a uno ganas de gritar al descampado: «¿Qué mier** es esta? ¿Qué ha hecho la afición malaguista para vivir cosas como esta?».
Algún día vendremos a este mismo lugar para grabar entrenamientos, ver partidos, entrevistar a protagonistas y ojalá que sea más pronto que tarde. Hay que pedir la máxima celeridad porque en la cola del fútbol nacional un club se muere de asco por culpa de los desaprensivos que lo dirigen en todos los órdenes.
