Desde su estreno con los mayores, Kevin ha disputado 95 partidos oficiales con la camiseta blanquiazul (59 en Segunda, 30 en Primera RFEF, 4 en el playoff y 2 en Copa del Rey). En ese tiempo ha sumado 5 goles y 5 asistencias, dejando su huella también en el curso del ascenso a Segunda División en la 23/24 con un partido ante el Celta B en La Rosaleda con el que empezó el camino de vuelta.
Más allá de lo futbolístico, su forma de ser le hizo ganarse el cariño de la grada. Cercano, especialmente con los más jóvenes, Kevin siempre fue uno de los jugadores más queridos del vestuario. Su adiós, aunque esperado, supone otra baja importante para el equipo.
Su marcha, sumada a las de Antoñito, Manu Molina y la reciente de Dioni Villalba, deja un vacío que el club tendrá que cubrir este verano. El Málaga pierde a un jugador de la casa, de esos que aman al escudo y saben lo que representan al defenderlo.
Con su salida, se cierra otro capítulo de una generación de canteranos que ilusionó a la afición y que, poco a poco, van quedando atrás. El reto ahora está en reconstruir y acertar, tanto en los fichajes como en los mensajes, para no perder la conexión con La Rosaleda. El tiempo dictará sentencia, seguiremos esperando llegadas y alguna que otra noticia.