El maldito coronavirus frena a Unicaja en su mejor momento

Los últimos fichajes de Unicaja habían dado un impulso monumental al equipo para el tramo final de la temporada en la Liga Endesa

Muchos se preguntan dónde estaría Unicaja en ACB en caso de no haber sufrido este parón debido a esta maldita pandemia del coronavirus. Y hago referencia a la Liga Endesa, porque todos sabemos que las tres últimas incorporaciones no pueden jugar en Eurocup. Unicaja, justo antes del parón, se había rearmado, debido a las lesiones y también a la falta de un base director, con los fichajes de Simonovic, Bouteille y Mekel.

Simonovic cubría con solvencia la baja de Suárez, y una vez recuperado el alapívot de Aranjuez, Unicaja pasaba a tener una cuadrilla de jugadores interiores mas que aceptables, ya que a estos dos últimos había que sumarle los Ejim, Thompson, Guerrero , Gerun y Elegar, aunque a este último aún se le espera y su aportación, hasta el momento, está siendo mas que discreta. En definitiva, una pintura con mucho físico, no tanta calidad, pero que garantiza defensa, rebote y unas variantes mas que interesantes en el puesto del alapívot.

Con Bouteille, Unicaja dio un golpe de efecto parecido al que dio meses antes con el fichaje de Darío Brizuela, y es que nadie podía esperarse esta contratación del cuadro cajista. Creo que cogió a pie cambiado hasta al propio jugador, eso sí, se habla de una posible cláusula de salida pactada del jugador con el club de Los Guindos para este verano, pero dudo mucho que se produzca esta marcha por distintas circunstancias: una de ellas, que seguramente el jugador opte a un club puntero de Euroliga, y para ello tendrá que demostrar más de lo ofrecido hasta ahora, que no es poco, pero que no le llega para que los poderosos de Europa acometan su fichaje. Otra circunstancia sería que el jugador sabe que Unicaja es el equipo ideal para este tipo de saltos. Ambos, tanto club como jugador, se necesitan mínimo otra temporada. La historia es que con el escolta galo se le queda a Unicaja un perímetro con una mezcla de agresividad y calidad brutal.

A Jaime ya lo conocemos de sobra y sabemos el nivel que da, es el combo perfecto, tiene un rol más que definido, un rol que, en el caso de Josh Adams, cambió con la llegada de Brizuela, y se ha visto que al jugador americano, sin que haya bajado su implicación y profesionalidad, le ha costado asumir esa disposición, pero ya en los últimos partidos esa rotación entre Adams-Brizuela, o incluso con los dos en pista, era una garantía en el juego cajista.

Con la llegada de Bouteille, Luis Casimiro tiene una solución más, pero que tendrá que gestionar tan bien como la anterior situación de Darío y Adams, la cual ha sabido llevar a buen puerto en beneficio del equipo. Con Gal Mekel es donde el equipo malagueño ha acertado después de varios fiascos en la posición de base, y de que este año, tras la salida de Bryan Roberts, el club apostara como relevo natural del base americano por Adams, que se ha visto claramente que es un dos puro y las prestaciones de base no las cubría.

El jugador israelita se ha acoplado al equipo de manera ipso facta, sabiendo mover a sus compañeros y aportando puntos y bajando el culo al parquet para defender. Ha sido un gran acierto y desde el primer momento se le ha visto que quiere buscar a los pivots y sabe donde hacerlo para dañar las defensas rivales. Se ha visto como con Rubén Guerrero tuvo momentos muy buenos surtiendo de balones al pívot marbellí y sacándole partido a su físico cerca del aro. Guerrero puede ser uno de los grandes beneficiados de la incorporación de Mekel, como ya se pudo comprobar en el primer partido que jugaron juntos. No sabemos si volverá la competición, y si lo hace tampoco sabemos de qué forma lo hará, lo que está claro que las puntadas que había realizado Unicaja en la plantilla han sido un acierto y han elevado las cotas del equipo en la Liga Endesa, hasta el punto de poder competir de tú a tú contra los cocos del campeonato.