El Málaga sucumbe en Montilivi y se acerca al infierno

El Málaga pierde ante el Girona en un partido donde estuvo al nivel pero no fue capaz de marcar y se acerca al descenso

Esta historia me suena. Creo que la he visto más de una vez. Cómo esa canción que te sabes de memoria de tanto escucharla. Este partido sería como esa canción con tono terrorífico en el estribillo y de alegría en el resto. El Málaga, en fases del partido fue superior, pero vuelve el problema origen, de dónde nace todo. El gol. El cuadro malagueño es totalmente negado en eso y si no aprovechas tus opciones y sentencias el encuentro ante un equipo de arriba, lo pagas. Y caro. El Girona marca el tanto de la victoria en la única ocasión clara y hunde al Málaga en el infierno.

El cuadro de Natxo saltaba al césped con el cambio en la portería, Martín era titular por primera vez con el técnico tras el error de Barrio la pasada semana. Antoñín para el carril izquierdo junto a Javi Jiménez y Paulino en la otra banda. Se plantó con criterio en el verde el cuadro boquerón, que dominaba la posesión desde los primeros compases del juego. En los primeros quince minutos, ya había tenido tres acercamientos los visitantes. Tras este inicio fulgurante, el partido entró en una fase de más igualdad con ambos equipos a un ritmo menor. El cuadro catalán se acercaba al área malacitana sin demasiado peligro y estuvo un peldaño por debajo.

Tras el paso por vestuarios, el cuadro local arrancó mejor la segunda parte ante un Málaga blandito. Stuani, que no estuvo bien en el partido de hoy, remató a las manos de Dani Martín la primera ocasión. El equipo blanquiazul tuvo que dar un paso adelante y comenzó a generar ocasiones de ataque. Brandon tuvo la más clara para adelantar a su equipo, aunque no fue capaz de resolver el mano a mano con el guardameta tras un pase de Antoñín. El disparo a media altura y no pegado al palo acabó con la parada del portero local en una ocasión que en la situación del club malaguista debe acabar dentro. La entrada de Kevin y Genaro por Febas y Antoñin no sentaron bien al Málaga, que daba alas al cuadro local. Comenzaban a dominar la posesión y a llegar a campo contrario con un Pablo Moreno que dinamitó el partido.

El partido quedaba abierto en el peor momento posible. Los equipos de arriba necesitan poco para ganar este tipo de partidos, con un gol en la única ocasión clara del encuentro. Y se veía venir. El movimiento de banquillo de los locales funcionó y Nahuel Bustos encontró la llave de la victoria. En una gran jugada de combinación, Iván Martín se metía hacia dentro para filtrar un pase a Bustos, que tenia tiempo de controlar y colocar la pelota al fondo de la portería, sin que el portero a pesar de tocar la bola, pudiera hacer nada.

Tras el 1-0, el Málaga se hundió y con solo 8 minutos para el final del encuentro, se jugó con más corazón que cabeza. Con pelotazos largos y acciones individuales no se puede empatar un partido en estas circustancias. El tiempo se acabó y se vuelve a repetir el mismo cuento. Un mejor equipo sobre el campo que entre la falta de gol y la situación clasificatoria hace pensar en los peores presagios. Solo toca rezar y esperar que los de abajo sean peores que nosotros. Porque con los resultados que tenemos, es para tener mucho miedo. No sabemos si con Natxo o sin él, que habrá que ver si peligra o no su puesto, pero nos hemos abonado al sufrimiento y jugando con fuego te puedes quemar.

Sergio Ramírez

Estudio Periodismo en la Universidad de Málaga. Comentarista y narrador en SportDirect. (Twitter: @sergioramz_)

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