El honor y el orgullo también se jugará en el Molinón
El Málaga busca lavar su imagen ante un Sporting que quiere recuperar el liderato
La dura derrota sufrida en Ponferrada ha hecho daño en la Costa del Sol, y es que la buena imagen que estaba dando el equipo en las últimas jornadas se vio empañada por un desastroso encuentro ante el actual líder de la competición. Tras una semana de trabajo y asimilación, llega otra prueba de altura para los de José Alberto, que tendrán que enfrentarse a un Sporting que asusta y en un estadio maldito para los blanquiazules.
El conjunto local llega tras caer en Ipurúa, una de las plazas más difíciles del campeonato pero dando una buena cara. Pese a la derrota, poco pueden achacarle los sportinguistas a los suyos, ya que el arranque liguero de los de Gallego está siendo excelso, y si consiguen la victoria, lograrán alcanzar la primera posición de la tabla.
David Gallego ha conseguido mantener el bloque del pasado curso, darle mayor protagonismo a los canteranos que no acabaron de explotar e integrar con una rapidez asombrosa a las nuevas caras rojiblancas, algo que ha hecho que el Sporting muestre esta cara en liga. Sin duda, el jugador más en forma es Fran Villalba, mediapunta valenciano que está haciendo olvidar a todo un Manu García con su desparpajo, último pase y calidad, siendo uno de los mejores jugadores de este arranque de Liga Smartbank.
Por otra parte, los de José Alberto mezclan grandes actuaciones con desconexiones en momentos claves que le han hecho ya perder algún que otro punto. Sin duda, la mejor noticia para los visitantes son las recuperaciones de Sekou, Luis Muñoz e Ismael Casas, sumadas a las de Calero, que disputó sus primeros minutos en el Toralín tras diez meses de travesía y la gran vuelta de Ramón, que poco a poco va cogiendo ritmo de competición y empieza a parecerse a Ramón del pasado curso.
Lo que queda claro es que será un enfrentamiento no sólo entre históricos, si no que se enfrentarán dos grandísimos equipos de la categoría, que buscan constantemente la portería contraria y que desean esos tres puntos. El espectáculo está garantizado.
