Un mal tercer cuarto decanta un partido muy parejo
El Unicaja planta cara a todo un Real Madrid en un encuentro marcado por las defensas
El esfuerzo no tuvo recompensa. El Unicaja y el Real Madrid protagonizaron un partido muy parejo que se decidió por detalles. El mal comienzo del tercer cuarto por parte de los cajistas decantó la balanza a favor de los merengues. Los de Ibon Navarro cayeron 71-76 pero dejaron muy buenas sensaciones en un Carpena abarrotado.
El Real Madrid avisó desde el principio con un parcial de 0-8. Las primeras posesiones no fueron buenas para el Unicaja, pero pronto se activó el equipo. La defensa empezó a funcionar y llegaron los primeros apuros para los visitantes. Ambos equipos centraron su defensa en el exterior y el partido estuvo marcado por la lucha en las pinturas.
El intercambio de golpes entre verdes y blancos no cesó. Alberto Díaz fue el de siempre. Fantástico en las transiciones y en las defensas. Augusto Lima estuvo mucho más metido en el encuentro que en otras ocasiones. Su defensa a los poderosos pívots del Real Madrid fue muy meritoria. Sin embargo, Tavares impuso su autoridad en la pintura cajista. La defensa doble frenó al caboverdiano pero no impidió que lograra canastas muy importantes para su equipo.
La explosión en el juego del Unicaja llegó con la entrada de Darío Brizuela por Tyson Carter. El vasco mostró una versión que hacía tiempo que no se veía en el Carpena. Estuvo muy acertado, intenso en la defensa y logró repartir balones que acabaron en canastas de sus compañeros. El Unicaja se puso por delante en el marcador por primera vez en el segundo cuarto. Pero el partido se marchó al descanso con un resultado favorable al Madrid; 31-36. Los blancos hicieron efectivos sus tiros libres y marcaron la diferencia en una lucha muy pareja.
El regreso a la pista dejó el peor momento del Unicaja. Los de Chus Mateo aprovecharon un momento de debilidad cajista en defensa para poner otro parcial de 0-8. Kalinoski con un triple reactivó a los suyos. Pero no fue el mejor partido del escolta. Los madridistas se ocuparon de defender al francotirador cajista a toda costa y consiguieron que esta fuera su única canasta del encuentro. De nuevo vimos una pobre versión de Tyson Carter. El base no termina de encontrar su sitio en el equipo de Navarro. Esta vez solo anotó cuatro puntos y falló canastas que podrían haber sido claves para la remontada. El que volvió a estar excelso fue Dylan Osetkowski. El ala-pívot una vez más fue muy importante en defensa y en el rebote. Cazó seis.
Brizuela fue el pilar que sostuvo la estructura cajista. Las canastas del vasco mantuvieron al equipo enganchado en el marcador. Firmó 17 puntos, tres asistencias y 17 de valoración. El arreó final del Unicaja invitó al Carpena a soñar. Los locales redujeron una desventaja de 13 puntos a tan solo tres. Pero el Madrid logró el acierto en la media distancia que le faltó durante todo el encuentro y gestionó las últimas jugadas mejor que los de Ibon Navarro.
