La paciencia y el fútbol nunca se llevaron bien

En el fútbol -como en muchos otros ámbitos de la vida- la paciencia brilla por su ausencia. Y no se trata de culpabilizar a nadie; no. Es normal. La ‘vida futbolística’ de profesionales y aficionados es tan fugaz como intensa, y eso exige resultados. Resultados que, a ser posible, lleguen en un periodo corto de tiempo; pues está demostrado que esperar y confiar a estas alturas y en este deporte cuesta mucho más de la cuenta. Cuesta muchísimo por la fugacidad y la velocidad de los acontecimientos, por la exigencia a tan alto nivel y por los desengaños del pasado, un pasado en el que se creyó y se esperó sin esa recompensa final que un día se prometió. La historia es la gran culpable de que el fútbol y la paciencia no sean buenos amigos.

En el Málaga -al margen de que se ha apostado a ultranza por lo que hay- no ha existido esa capacidad tan ágil de maniobra y movimientos que otros equipos sí han tenido, todo ello por la situación que el club arrastra. Eso ha significado que la paciencia sea una asignatura obligatoria para todos los malaguistas este curso: una materia complicada que parece haber dado sus frutos, aunque a largo plazo con algunos de los nuevos alumnos.

Partiendo de la premisa de que la clase malaguista es prácticamente nueva casi en su totalidad, ha habido alumnos que sí han dado la talla desde el primer momento -llámese Dani Barrio, Yanis, Joaquín Muñoz o Chavarría-; en cambio, ha habido otros a los que les ha costado más adaptarse (sea por la situación que fuere), como puede ser el caso de Jozabed. Y es aquí donde yo quiero llegar.

El caso de los nuevos con rendimiento tardío es una muestra de que el trabajo y los resultados requieren un proceso que no siempre es corto. Hay casos en los que este proceso se acorta, algo positivo para todos, pero hay muchos otros en los que se requiere más tiempo de espera, lo que se traduce en paciencia. Aquí la hemos necesitado más que en otros lugares, y parece que por fin el trabajo de Pellicer y de las nuevas piezas de este puzzle va dando sus frutos.

Es por eso que la paciencia es tan necesaria, con o sin el riesgo de que el día de mañana no se traduzca en resultados.

Nacho Carmona

Periodismo en la UMA. Locutor, narrador y jefe de sección de fútbol sala en SportDirect Radio.

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