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El Zamora se corona en Copa y agua la fiesta en Torremolinos

Un gol en el minuto 88 de Rufino dejó contra las cuerdas a un Juventud de Torremolinos que ya acariciaba la prórroga (1-2)

En un Pozuelo hasta la bandera, el Juventud de Torremolinos se quedó a las puertas de seguir compitiendo, como mínimo, durante media hora más al Zamora. Los rojiblancos, sin mostrar su mejor versión, hicieron valer sus oportunidades. Su juego estuvo cimentado en la posesión de balón y una línea defensiva bastante adelantada. Esta tesitura, la supo aprovechar el conjunto local durante la primera mitad, aunque el paso de los minutos hizo que se mermara la rebelión verdiblanca. Los de Juan Sabas impusieron su mayor experiencia en un encuentro donde ambos conjuntos tuvieron ocasiones para decantar la balanza a su favor. Los goles de Campabadal y Rufino fueron un jarro de agua fría para un Torremolinos que llegó a adelantarse en el marcador tras un grave error de Altube.

El combinado de Antonio Calderón afrontaba esta cita histórica con la intención de hacer olvidar su situación en liga. Actualmente, se encuentran fuera de los puestos de descenso, pero con la sensación de haber dejado escapar algún punto de más. La Copa del Rey es un torneo diferente y ambos equipos lo demostraron. El Zamora, una categoría por encima, también atraviesa una sensación similar. Los rojiblancos ocupan el corte del descenso en el Grupo 1 de la Primera Federación y afrontaban el partido aislándose de su situación en competición doméstica. El conjunto local presentaba un once bastante reconocible, aunque con alguna novedad como la inclusión de Ángel García o Sergio Díaz. En el combinado de Juan Sabas sí había algún cambio más de lo habitual. Jugadores importantes como Rufino, Kike Márquez o Carlos Ramos esperaban su oportunidad desde el banquillo.

El Zamora no querían sorpresas y, desde el inicio del encuentro, hicieron valer su condición de favorito. De hecho, fueron los amos y señores del balón ante un Juventud de Torremolinos bien agazapado. Con el paso de los minutos, los locales recordaron por qué esta competición es distinta a las demás. Aprovechando que el rival jugaba con la defensa muy adelantada, los de Antonio Calderón encontraron la fórmula para poder hacer mella al rival. Las transiciones fueron un quebradero de cabeza para el conjunto visitante, quien vio en Diego Altube a su gran salvador. El portero madrileño sacó varios mano a mano durante la primera hora de encuentro, donde las acometidas por banda de Camacho y Gallego fueron de lo más destacado

El Torremolinos seguía yendo a más. Tanto fue el cántaro a la fuente que terminó por romperse. Tras una sucesión de saques de esquina favorables al cuadro local llegó el ansiado gol. Un saque de esquina muy cerrado botado por Ángel Mena desembocó en un error garrafal de Altube, quien no fue capaz de atrapar el balón y terminó por introducirlo en su propia meta. De esta manera, el Juventud de Torremolinos colocó el 1-0 en el marcador. Esto no hizo que el equipo se achicara, sino que siguió empujando en busca del segundo gol. Además, se sentían muy seguros en defensa, liderados por su capitán Isma Heredia. Sin embargo, cuando todo parecía listo para sentencia, apareció el gol de Campabadal en el 45′ para poner el empate en electrónico. El veterano lateral del Zamora aprovechó un balón muerto en el vértice del área y la cruzó con rosca al palo largo donde no llegaba Javi Cuenca. Un botín demasiado gordo para un Zamora que había sido inferior en este primer tiempo.

La segunda mitad dejó mucho que desear en comparación con la primera. Un tiempo sin apenas ocasiones de peligro y con claro dominio de la posesión rojiblanca. Nada más reanudarse el encuentro, el conjunto visitante introdujo en el campo a jugadores más asiduos como suelen Kike Márquez o Carlos Ramos. Esto sirvió para confirmar la superioridad con pelota de los rojiblancos. Sin embargo, poco inquietaron la meta rival en los primera treinta minutos del segundo tiempo. En el 63′, tuvieron su ocasión más clara. Un córner muy parecido al sacado por Mena, se envenenaba hasta el punto que tuvo que intervenir Cuenca. Una acción aislada dentro de un encuentro que atravesaba por una fase de muy pocas ocasiones.

Alrededor del 65′, Antonio Calderón sorprendió con los cambios. El técnico local sacó al campo a Servetti y a Rodri Ajegun. El segundo, canterano del Torremolinos, debutaba en Copa con tan sólo 18 años y no se le vio nada dubitativo. A pesar de las sustituciones, el partido proseguía por el mismo cauce. Conforme se iba adentrando en su última fase, los blanquiverdes buscaban con más corazón que cabeza el tanto definitivo. Por desgracia, este empuje se volvió en contra. En el minuto 88, Rufino remató libre de marca un centro lateral procedente del costado izquierdo y marcó el tanto de la alegría zamorana. De esta manera, el equipo de mayor categoría se llevó un encuentro muy igualado, donde la mayor experiencia de los visitantes fue un factor clave a la hora de resolver el encuentro.

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