El Málaga se prepara para unas nuevas vacas flacas
El Málaga tendrá que amarrar su economía si no quiere pasarlo mal
El deporte se encuentra paralizado por el impacto del coronavirus a nivel mundial, pero las cuentas de los clubes lo están todavía más. Se esperan tiempos duros para los más humildes, aunque la realidad es que el Málaga CF ya lleva unos años rozando la quiebra por los dispendios, gastos y, en definitiva, la mala gestión de los Al-Thani. La dirección deportiva trabaja en busca de refuerzos, y tendrán que ser a coste cero para afrontar una etapa de vacas flacas por el parón de fútbol que, a su vez, implica un descenso en los ingresos publicitarios y de entradas a La Rosaleda.
La venta de Antoñín ha podido salvar temporalmente la economía del Málaga. Con la cuarentena, si el malagueño no hubiera salido rumbo al Granada, esos 1,5 millones de euros que el club hubiera dejado de ingresar podrían haber sido claves para el devenir de la entidad, que es consciente de que la austeridad económica debe ser la filosofía que marque el trabajo de la directiva en los próximos años. El parón podría haber devaluado a Antoñín, así que el Málaga se puede dar con un canto en los dientes a posteriori.
El Málaga ha tenido que soportar recortes muy grandes en su presupuesto durante los últimos años. El descenso a Segunda División fue un jarro de agua fría, no tanto por el drama deportivo, sino por las pérdidas que generaba. Sin embargo, no conseguir el ascenso al año siguiente supuso una rebaja mayor en el presupuesto total del equipo blanquiazul. Eso no evitó, no obstante, que Al-Thani y Caminero, su elegido para la dirección deportiva, malgastaran el escaso dinero con el que contaban.
Más de un mes después desde que llegara la administración judicial a las oficinas de La Rosaleda, las decisiones han ido encaminadas a la sobriedad y la búsqueda de la máxima estabilidad del equipo, al mismo tiempo de intentar reforzar la plantilla de Pellicer con el menor coste posible. Y esa corrección le ha valido al club para no tener agarrarse a los despidos y al ERTE a sus trabajadores de forma desesperada. El Málaga aguarda en este contexto de grave crisis a la espera de los movimientos de LaLiga, la Real Federación y la AFE, pero el club sabe moverse, al menos por experiencia, en épocas de vacas flacas.