Un castillo infranqueable para el Málaga

El Málaga sale goleado del RCDE Stadium a manos de un Espanyol muy cómodo con mucha efectividad (3-0)

Era el partido en el que teníamos mucho que ganar y poco que perder. El Málaga decidió lo segundo, intentar caer por lo mínimo, que en este caso acabó en goleada. El equipo de Pellicer no expuso un gran juego, salió a apretar arriba pero tras el primer gol del equipo catalán se vino abajo rápidamente. Un equipo muy superior en todos los aspectos arrasó a un Málaga que con la posesión no sabe jugar y encima, tiene poco gol y efectividad.

En el once, Pellicer revolucionó la alineación ante las bajas de su equipo. Incluyó defensa de cinco, con Alexander de carrilero e Ismael de tercer central. Cristian partió en el centro de la medular junto a Jairo y Yanis por banda. Arriba, en solitario, Caye Quintana. Una alineación más defensiva que en otras ocasiones, que no dio resultado al término del mismo. En los primeros compases del encuentro, el equipo malaguista quiso salir a apretar al rival arriba y avisó a las primeras de canto en un despiste del portero españolista. Pero fue solo un aviso, que no fue a más con el paso de los minutos.

El Espanyol no quería la pelota, no quería proponer y sí aprovechar sus armas. Y vaya si lo hizo. En la primera ocasión, en una siesta de Lombán e Ismael, RDT no la desperdició. Recibió en la frontal y sacó un cohete al fondo de las mallas de la portería de Barrio, que estuvo algo blandito en el intento de parada. Con el 1-0, el partido cambió y el plan del conjunto local se veía con más solvencia. Dejar al rival que juegue a la pelota y aprovechar tus opciones al máximo.

El segundo llegaría en el punto más flaco de este equipo, el balón parado. A la salida de un córner, la defensa se queda dormida y Puado aparece en el primer palo para enviar a la segunda parte. Si el primero era una losa, el segundo lo iba a ser más y dejó zanjado el partido antes del descanso.

Poco podía hacer el Málaga con ese resultado. La segunda parte fue lo previsible, siguiendo la tónica del encuentro. Un Espanyol con el partido ganado y un Málaga sin saber cómo atacarle al equipo perico. Mucha posesión sin saber cómo usarla y con un rival que planteó el encuentro a las mil maravillas. El plan salió como deseaban y se vieron las diferencias entre ambos conjuntos. El de mayor presupuesto contra el menor, era previsible lo que ha ocurrido en el partido, pero debería haber aportado algo más el equipo visitante.

En los cambios tampoco se acertó ni cambiaron el partido. Entraron Joaquín y Ramón para intentar dar algo más de orden al centro del campo y verticalidad a la banda. Algo mejoró, pero no fue suficiente para al menos luchar hasta el final y recortar el resultado. No pasó, sino que el Espanyol marcó el tercero. En otro balón al punto de penalti, a medio remate entre Wu Lei y De Tomás, acabaron la faena y remataron el partido, que estaba acabado desde el minuto 40.

Los malaguistas deberán pensar en el final de temporada, para ya pensar y afrontar la siguiente. El adiós al playoff parece no haber sentado bien en Martiricos y se ve a un equipo hundido, que suma su segunda derrota consecutiva. El Málaga deberá sumar los máximos puntos posibles y quedar lo más arriba en la tabla. El objetivo está conseguido con solvencia y sin sufrir, y hay que valorarlo.

Sergio Ramírez

Estudio Periodismo en la Universidad de Málaga. Comentarista y narrador en SportDirect. (Twitter: @sergioramz_)

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