#UnDíaComoHoy | Siete años de la llegada de BlueBay al Málaga
El holding hotelero compró en 2013 el 49% de las acciones por un euro
Un día como hoy, 30 de marzo, pero del año 2013, saltaba la noticia. El jeque había encontrado patrocinador. BlueBay, un holding hotelero dirigido por Jamal Satli Iglesias, llegaba al Málaga CF. Ya estaban negociando, antes de un verano que se preveía duro, una inyección de 30 millones de euros. Esto iba a hacer que en la entidad blanquiazul cuadraran las cuentas de una vez. Porque ni vendiendo a jugadores como Cazorla, Rondón o Monreal se había conseguido.
BlueBay se encargaría de llevar el Málaga posChampions y, desde aquel momento, se haría con el 49% del accionariado del club. Además, por menos de un euro. El 23 de julio de ese mismo año se presentaron oficialmente como parte del club. Durante la temporada iban a tener incluso un espacio en la camiseta. Pero no iba a ser un verano fácil. Ya no había Champions. Ya no estaba Pellegrini. El equipo se había desmantelado. ¿El club? Lleno de deudas y con Hacienda, LaLiga y el CSD detrás de la oreja.
BlueBay comenzó a trabajar. A su manera. Schuster fue impuesto como entrenador del Málaga. Impuesto porque fue en contra de la voluntad de Husillos, que dimitió por ello de su puesto como director deportivo en su momento de mejor aceptación por parte del malaguismo. El entrenador alemán insistió en constantes ocasiones durante su presentación en la importancia del proyecto que le había propuesto BlueBay en el club de Martiricos. Y que se iban «a gastar lo que hiciera falta».
La gran pifia con Isco
Schuster manifestó entonces la intención del club de retener a una de sus estrellas y, sin duda, uno de sus mayores valores de futuro: Isco Alarcón. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando todavía ni se había abierto el mercado de fichajes, el de Arroyo de La Miel fue vendido al Real Madrid por una tacaña cantidad: 30 millones de euros. Menos del valor de su cláusula, que era de unos 35. Desde BlueBay manifestaron que era necesario vender y que estaban salvando al club con esta operación.
El verano de BlueBay
A la vez que dimitía Husillos, Adrián Espárraga llegaba a otro puesto, el de la secretaria técnica. Él trajo a Pawlowski. Y, curiosamente, Schuster no cuenta con Pawlowski apenas en toda la temporada. Para más inri, en los asuntos deportivos también empezaron a intervenir Shatat, Casado y Novo. Y en la sombra David Belenguer. El Málaga se empezó a convertir en un hervidero y el equipo estuvo a punto de irse a Segunda al final de esa misma temporada.
Pero no fue la de Pawlowski la única incorporación del club boquerón aquel verano. BlueBay se encargó de fichar a siete futbolistas más, que pasaron con más pena que gloria por La Rosaleda. Tissone, Angeleri, El Hamdaoui, Roberto Chen, Flavio Ferreira, Bobley Anderson y José Manuel Casado (que llegó libre cuando el mercado ya estaba cerrado), además del entrenador, Bernd Schuster, que llegaba con un Celestini como ayudante que no tenía la documentación en regla.
La paz en invierno
Husillos volvía en el mercado de invierno a su puesto de director deportivo después de firmar la paz con Vicente Casado. Llegaba la prosperidad. O, al menos, eso parecía. Con el argentino en su sitio, las aguas se calmaron. Llegaron Rescaldani, Iakovenko, Pablo Pérez y Amrabat, futbolistas cuyo rendimiento no fue nada del otro mundo, a excepción del marroquí, que cuajó una segunda vuelta de ensueño.
El paso de BlueBay por la dirección del Málaga fue tan breve como intenso. Pero no se han despegado de la actualidad del club en estos siete años, que también han sido frenéticos. Después de verse en los juzgados contra Al Thani e incluso presentando un proyecto de ampliación de La Rosaleda que todavía sigue en pie. Siendo protagonistas con unas decisiones que afectaban más fuera del campo que dentro.
