Ni por dinero, ni por el proyecto… así no se puede

El adiós de Pellicer me ha pillado en otros menesteres profesionales. Desde la distancia de un deporte tan distinto al fútbol como el ciclismo y en la soledad del hotel, me siento frente al ordenador para escribir mi opinión sobre la decisión personal de alguien que ha dicho que su postura no ha tenido nada que ver ni con lo económico ni con lo deportivo. ¿Quién seré yo, entonces, para valorar a alguien que ha tomado una decisión por lo que a él le pasa?

Si Pellicer, en algún caso, hubiera decidido abandonar el banquillo del único club de fútbol profesional que ha apostado por él por una propuesta económica mejor todavía podría enfocar este articulo por el lado más pecuario del deporte, si el motivo hubiera sido un proyecto menor, alejado de sus aspiraciones profesionales, aún podría criticarlo por tener unos horizontes de altos vuelos que no le corresponden por lo que ha mostrado en su paso por el club malaguista. Pero no, no puedo valorar una decisión personal. Si está más quemado que el fuego de una moraga, su nivel de estrés ha alcanzado la alarma DEFCON 2 e igual lleva temporada y media más liado que la jueza del caso BlueBay puedo entender que necesite cargar pilas. Unas semanitas en el balneario de Lanjarón ha sido siempre mano de santo en mi familia.

Le he pedido a Pellicer, toda la temporada, que sea valiente y el hombre coge y es valiente de la única manera que no esperaba: dejando sobre la mesa el contrato con el único club en el que, de momento ha sido alguien y del que no puede tener dudas de que se le ha tratado como en ningún otro lugar le van a tratar. Fuera del Málaga llueve mucho y el paraguas de un club como este no le va a cubrir cuando sea un extraño lejos de casa, cuando llegue el frío y el chirimiri le cale hasta los huesos y la prensa, el aficionado e incluso el jugador local le vean como alguien de fuera.

Haré un artículo balance cuando acabe la temporada. Creo que merece la pena incidir en lo mucho bueno que ha hecho este entrenador esta temporada con los mimbres que ha tenido, pero también de las cosas que no ha hecho también y que aquí se le ha perdonado, quizás sólo por ser considerado uno de los nuestros.

No me importaría, sinceramente, que firmara por otro equipo. Dudo mucho que de ser así pueda ocupar un banquillo con más aspiraciones que el del Málaga, al menos con las propuestas que ha realizado con el equipo. Si Arnau lo recluta para el Real Oviedo, por ejemplo,  no me sentiré defraudado, ni sentiré odio eterno al club astuariano, más bien todo lo contrario. Ojalá coincidan ambos allí. Ni uno ni otro creo que sean la repera. Imagino que Pellicer tendrá cuentas pendientes con Arnau más incluso que con el Málaga. Ojalá el Tartiere pueda disfrutar muchos meses (lo de años lo doy por imposible, en principio, aunque tampoco lo vería mal) de una pareja como esta. ¡Lo bien qué se lo van a pasar entre cachopo y fabada! son capaces de ponerle hasta limón.

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