OpiniónTu sintonía perfecta con el Málaga CF

Málaga son ellos (y no los otros)

El pasado sábado 2 de agosto, el Málaga CF volvía a sacar músculo de su enorme masa social. El conjunto de Pellicer volvió a volar al extranjero desde hace bastante tiempo. 8 años para ser más exactos, cuando perdiera en amistoso frente al Borussia Mönchengladbach (2-1). Atrás quedaron los míticos años de la Champions, viajando por plazas tan imponentes como San Siro, Do Dragao o el Westallenstadion. A pesar de ello, el sentimiento, con sus altos y sus bajos, nunca muere. De hecho, parece más fuerte que nunca. El club sigue batiendo registros de asistencia campaña tras campaña, y esta 25/26 no iba a ser menos. Un sentimiento que vuelve a romper récords y, no contento con superar la barrera de los 25.000 abonados el pasado curso, anunció hace relativamente poco la misma cifra.

Más de 400 malaguistas asistieron al Kassam Stadium el pasado 2 de agosto para presenciar un mero amistoso de pretemporada. Ver The Williams Morris lleno de camisetas del Málaga CF simplemente fue una representación más de la magia de esta locura llamada malaguismo. Una afición que no entiende de fronteras, con la capacidad de establecer vínculos con personas tan ajenas a la cercanía del club, que a su vez lo viven más que otras que se encuentran tan próximas. Ese es el gran mérito de este Málaga, transmitir ilusión en cualquier rincón del mundo a pesar todas las adversidades.

El sentimiento de pertenencia que ha demostrado este viaje ha sido tremendo, sobre todo por ese sentimiento de arraigo tan potente que se ha conseguido transmitir con la gente. Realmente, eso fue lo más destacado de ese día, la masa social, pues en lo futbolístico dejó que desear. Ya hablaremos de fútbol otro día. No deja de ser pretemporada. Por cierto, un partido que solo se pudo seguir a través de SportDirect Radio.

La alegría va por barrios, supongo. Mientras en Oxford se celebraba el encuentro mencionado, esa misma tarde se disputaba la primera edición del Torneo FGUMA en Coín. Allí, un gran número de antequeranos se dejaba ver con su habitual colorido blanquiverde. También hubo presencia de aficionados del Juventud Torremolinos. Lo que no hubo, o al menos no percibí ni se hicieron notar, fue a los aficionados del Unión Malacitano.

El club engendrado por Daniel Pastor, traído desde Murcia sin ningún tipo de escrúpulos y apoyado por el alcalde de la ciudad, volvió a quedar en evidencia en el plano social. La nula animación y la ausencia total de camisetas del Unión Malacitano no hacía más que reflejar la falta total de coherencia que representa la existencia de este proyecto. Las comparaciones son odiosas, pero nada tiene que ver esta empresa con el Málaga CF por mucho que se esfuercen con sus burdas imitaciones en los colores de la equipacion. El ridículo está siendo espantoso. Cero presencia de aficionados en las gradas, pero lo peor de todo (para ellos), es que puede ir a peor.

La RFEF todavía no ha confirmado el cambio de sede de este nuevo club. Desde el CDU se las prometían muy felices, pero lo cierto es que son el único equipo de Segunda Federación que todavía no se ha inscrito. Nos cuentan que la propia Federación está siendo presionada para aprobar este movimiento, mientras que sus directivos temen sentar un precedente con esta decisión. Aún logrando poder competir, una cosa está clara. El amor no se compra, se merece. La historia no se paga, se escribe. Uno recoge lo que siembra y este club es un claro ejemplo del término carroñero, que espera tristemente que un histórico como el Málaga CF se hunda. De momento, a pesar de lo que quieran algunos, no parece que esto vaya suceder.

Ojo, que en el Unión Malacitano hay gente honesta y mucho esfuerzo. Reúnen a varios jugadores de la zona que por mejores condiciones prefieren quedarse en la provincia, un profesional como la copa de un pino como es José Miguel Campos de entrenador y un equipo de comunicación que, al menos, hasta el momento, no nos ha puesto ningún impedimento a pesar de nuestra clarísima posición de adversidad ante este equipo procedente de Murcia. Confiamos en que no lo habrá. Aunque, siendo sinceros, nos daría igual lo contrario.

Insisto, hay mucha gente noble y trabajadora detrás del proyecto, pero que un árbol no nos impida ver el bosque. El CD Unión Malacitano nace con una intención clara, tratar de sustituir al Málaga CF. Por suerte, institucionalmente el club blanquiazul no corre peligro aparente y pasa por uno de los mejores momentos de su historia en lo social. Por mucho que nos hablen de competencia, La Unión no lo es. A día de hoy, no.

El propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, confesaba que estaban ahí por si al Málaga le pasaba algo. Pues lo siento señor alcalde, el primer equipo de la ciudad lleva a 400 aficionados a Oxford, mientras que su “competencia” no es capaz de llenar un coche para jugar en Coín. Así que, en vez de decirle a Pellicer cómo debe de jugar el equipo, dedíquese mejor a limpiar las calles de Málaga. En vez de hacer el ridículo, como lo hizo con la sede del Mundial o como lo hace apoyando al señor Pastor, dedíquese a solucionar el problema de la vivienda, entre otras muchas cosas.

Dígale, ya que está, a la señora a Porras que los malagueños no somos guarros. Los malagueños somos firmes defensores de nuestras creencias y nuestros valores. Los malagueños creen en su club, el Málaga CF. Málaga son los malagueños. Málaga son los 25000 de La Rosaleda. Málaga son los 400 de Oxford. Málaga son ellos, y no los otros.

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