El rincón del jugón | Una gran defensa para salir a flote

Hace dos semanas parecía que el Gran Canarias Arena iba a ser, paradójicamente, el lugar donde a Luis Casimiro le podría haber pasado la cuenta el club dado los malos resultados y la falta de juego de Unicaja por esas fechas, lo que auguraba derrotas seguras ante Valencia Basket en La Fonteta, o ante el Buducnost en el Martín Carpena. Pues no, el técnico manchego ha sabido reconducir la situación y el equipo se ha marcado una semana ideal, con tres victorias, dos de ellas en plazas complicadas como Valencia y Gran Canaria, y una en EuroCup ante un rival directo que da algo de tranquilidad después del tropiezo ante el Mornar Bar.

El equipo ha reaccionado de manera notable ante una crisis de juego y resultados que había hecho saltar todas las alarmas. Nadie escondía que la situación empezaba a tomar un cariz bastante oscuro y el equipo, si seguía de esa forma, tendría que sufrir algún tipo de cambio. Parece ser que, de una semana a esta parte, ese cambio se ha producido sin tener que intervenir nadie del club que no sea los componentes de la actual plantilla. Casimiro ha encontrado con la variante de Nzosa un movimiento que ha mejorado la pintura del equipo. Con la irrupción del pívot africano ha devuelto a Deon Thompson a su posición natural de ala-pívot , volviendo a dar minutos a Rubén Guerrero que está respondiendo cada vez mejor y usando como tercer pívot a Gerun, algo que el pívot ucraniano se ha ganado a pulso debido a su bajo rendimiento. Para algunos es un pívot de Euroliga, y podría serlo, pero a día de hoy está a años de ello.

Tiene pinta de que estas tres victorias no son fruto de la casualidad y sí del trabajo bien hecho. La aparición de los jugadores interiores han dado más equilibrio y seguridad al juego de Unicaja. En defensa se ha dado un giro radical con una actitud más solidaria, con brazos siempre levantados y continuas ayudas sin terminar de soltar a su par. Todo ello, sumándole la concentración y no irse del partido en los instantes más adversos, ha hecho que el equipo vuelva a creer en el y esté en el nivel y posición donde se le esperaba que estuviera a estas altura de temporada.

El Unicaja comienza a tener buena dinámica y a ser más compacto en defensa y duros en el rebote. Con Darío Brizuela, que en caso de mantener este nivel podría consolidarse como líder de este equipo, muy bien secundado por Bouteille y Francis Alonso. Y todo esto, sin poder contar aún con Jaime Fernández y Dragan Milosavljevic, que en el caso del madrileño los plazos se están cumpliendo y su reaparición está al caer, pero con el serbio no parece la cosa tan clara, aunque ojalá se dé pronto también.

Una semana después de la victoria en Valencia, comentaba con amigos que ojalá esa victoria ante los ‘che’ no haya sido un espejismo y sí una reacción real y que conlleve una buena racha para salir del bache en el que estaba Unicaja. Parece que no es un espejismo, parece que se acuerdan de cómo se juega a esto del baloncesto. Esperemos que la racha dure y Unicaja escale en la clasificación al ‘top 8’ de Liga Endesa y no salga de esas posiciones hasta que asegure la Copa del Rey. Veremos.

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