El Rayo, buen rival para revertir la mala racha como local
El conjunto madrileño solo ha conseguido ganar una vez en sus últimas diez visitas a La Rosaleda
El Málaga vuelve a casa y eso siempre debe ser buena noticia para un equipo en una mala dinámica. Refugiarse en casa ante la adversidad debería ser la tónica que todo equipo tuviera que seguir. Sin embargo esta Málaga es diferente, el conjunto de Pellicer ha demostrado que es un lastre para ellos jugar en La Rosaleda; la presión que supone el estar más de tres meses sin conocer la victoria en el feudo blanquiazul parece ser una losa bastante dura para los malaguistas que cada dos semanas sufren la misma problemática.
En frente tendrá una gran oportunidad ante el Rayo Vallecano, un equipo que es peor visitantes que local (ya se ha dejado 23 puntos lejos de Vallecas), y que en algunos partidos fuera ha dejado bastantes dudas, dando algún que otro resultado sorprendente. por ejemplo el empate en Cartagena, la derrota ante el Lugo o la goleada recibida en El Toralín ante la Ponferradina. El equipo de Iraola está siendo muy irregular lejos del barrio y eso le está condenando a no estar más arriba en la tabla clasificatoria.
Otro dato también que puede ayudar al Málaga a poder romper esta mala racha, es lo que le cuesta al Rayo Vallecano ganar en La Rosaleda (uno de sus campos malditos). El Rayo Vallecano lleva desde la temporada 2012/2013 sin conseguir ganar en La Rosaleda (1-2), donde ese día el equipo dirigido por Paco Jémez consiguió ganar con doblete de Piti ante el gol de Martín Demichelis (única victoria del Rayo en La Rosaleda al Málaga CF). Desde ese día son cuatro visitas de los madrileños a Málaga con dos derrotas (5-0 y 4-0) y dos empates ( 1-1 en ambos casos). Además de solo sumar esa victoria en sus últimas 10 visitas.
Los número de Rayo ante los equipo de media-baja tabla sumado a los enfrentamientos históricos entre Málaga y Rayo en La Rosaleda debe aupar a los jugadores de Sergio Pellicer para, por fin, romper la mala dinámica en La Rosaleda más de tres meses después.
