Bouteille salva los muebles y mantiene al Unicaja con vida

El conjunto cajista resurgió tras el descanso, en parte gracias a la actuación brillante del francés que anotó 28 puntos y se jugará el pase a semifinales ante el Baskonia

El Unicaja y las segundas mitades, una historia de amor interminable en la Fase Final. Nuevamente el conjunto cajista muestra su mejor y su peor versión en un mismo partido. Si el pasado viernes su actuación tras el descanso le costó la derrota, en esta ocasión su cambio de mentalidad le ha valido la victoria ante el Joventut. Con un Axel Bouteille impecable al término del encuentro, los cajistas se mantienen con opciones de alcanzar las semifinales.

El partido comenzó de la peor forma posible. Los catalanes colocaron el 14-3 en el luminoso en los primeros minutos y el Unicaja parecía no responder. Casimiro movió el banquillo, consciente de que su quinteto inicial no daba los resultados esperados y metió a Guerrero, Wazcynski y Suárez. Con un parcial de 2-8 para los malagueños, empezaron a recortar distancias, pero los cajistas continuaban con un juego impreciso y plagado de errores tanto defensivos como ofensivos.

El principal fallo durante los dos primeros cuartos estuvo en la mala selección de tiro. La ansiedad y la precipitación se apoderaron de los jugadores, haciendo que el juego ofensivo se basase en los contraataques. Además, el tiro exterior era inexistente, 3 de 13 en triples en los primeros 20 minutos.  A esto, hay que añadirle los errores garrafales en defensa. Alberto Díaz estaba totalmente superado por Drimitijevic, que se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza. La mayoría de los puntos del Joventut salían de sus manos. Rubén Guerrero seguía sin dar signos de recuperación, por lo que tuvo que salir Elegar a salvar los muebles. En los últimos minutos, el Unicaja comenzó a enmendar ciertos errores y consiguió irse al descanso con tres puntos de ventaja.

Tras la vuelta de vestuarios, la historia cambió de forma radical. Los cajistas salieron a la cancha conscientes de que la derrota no estaba permitida. Carlos Suárez recuperó su rol de capitán haciendo un trabajo magistral en defensa y sumando puntos en los momentos necesarios. Como si de otro equipo se tratase, toda la plantilla mostró su mejor versión. Brizuela y Adams volvieron a ser aquellos jugadores que levantaban a todo el Carpena de sus butacas y acabaron el partido con 15 y 9 puntos respectivamente. Solo Prepelic (26 puntos) y Morgan (19 puntos) ponían las cosas difíciles a un Unicaja que estaba decidido a ganar.

El conjunto cajista llegó al último cuarto con seis puntos de ventaja y en los primeros endosó un parcial de 0-7 al Joventut. Pero, dos triples consecutivos de Conor Morgan hicieron temblar al Unicaja. Los de Carles Duran recortaron la ventaja de su rival de 12 a 3 puntos, todo podía pasar. Sin embargo, ahí estaba Axel Boutielle para revolucionar el encuentro. Un tapón de Rubén Guerrero y una posterior asistencia para un triple del francés, fue el punto de inflexión para que el alero se descontrolase. Con 19 puntos en el último cuarto, el ex de Bilbao demostró porqué Unicaja decidió ficharlo. Al francés le entraban los balones de todas las formas posibles. Ni los triples de Prepelic conseguían frenar la lluvia de puntos. Finalmente los malagueños consiguieron la ansiada victoria, con una buena actuación, sí, pero también con muchas dudas por saber qué cara veremos el próximo martes, en un partido donde solo vale ganar.