Vergüenza absoluta de Unicaja en unos cuartos de final (86-63)
El partido se sentenció prácticamente en el primer periodo después de que los cajistas encajasen un parcial de 29-4
Las decepciones de Unicaja esta temporada parecen no tener fin. La Basketball Champions League daba una oportunidad a los malagueños, que se consiguieron meter en cuartos, para terminar la campaña con mejor sabor de boca, pero, los jugadores no han querido aprovecharla.
El encuentro se inició claramente con dominio total del Manresa, durante toda la primera mitad del primer cuarto el marcador cajista se mantuvo incorruptible, cero puntos para los malagueños, que sumaron las únicas canastas desde la línea de tiro libre, cerrando el periodo de esta forma con tan solo cuatro puntos, mientras que en el otro lado de la cancha la historia fue bien diferente, 29 puntos para los catalanes, que aniquilaron las esperanzas de los costasoleños en el primer asalto.
El segundo periodo más de lo mismo. Hasta el minuto cuatro de cuarto, 14 de partido, no marcaron los cajistas su primera canasta de campo. Tim Abromaitis apareció en la oscuridad que vivía su equipo para dar algo de dignidad al luminoso costasoleño. A partir de aquí Unicaja despertó un poco, la anotación de los de Ibon Navarro subió, e incluso el parcial de cuarto estuvo muy similar (18-17), sin embargo, los catalanes encadenaron tres triples completamente solos en los segundos finales, 47-21 al descanso.
La reanudación comenzó de la misma forma que el partido, triple para los de Pedro Martínez. Una renta de +30 para los locales minutos después de la primera canasta de Unicaja en la segunda mitad, de nuevo de Tim Abromaitis (55-25). El resto del choque siguió la misma dinámica, amplia diferencia para los catalanes, que controlaban el ritmo del partido (86-63).
A pesar de haber realizado uno de los peores comienzos (y partidos) de su historia, Unicaja todavía tiene una oportunidad. El próximo martes Unicaja recibe en el Carpena al Manresa en el partido de vuelta de estos cuartos de la BCL, veremos si la marea verde es suficiente impulso para forzar un tercer partido, eso sí, en campo catalán, para luchar por la plaza en semifinales.
