Un Unicaja falto de rodaje sucumbe ante un correcto UCAM Murcia
El Unicaja cayó nuevamente, esta vez frente al UCAM Murcia (88-74) en un partido que reafirmó las grandes carencias del equipo de Casimiro
Partido de un guion similar al disputado ante Valencia Basket, con la actuación de un Unicaja que sigue presentando atisbos de falta de rodaje y conjunción de una plantilla que solo tiene una cara nueva en su roster, y un Murcia bastante más rodado y conjuntado que ha destacado por su juego coral y acierto desde la línea de tres puntos para ganar el partido de hoy (88-74).
El inicio del partido hacía presagiar una tormenta como la provocada por el equipo taronja escasamente 24 horas antes, con un bombardeo desde la línea de tres puntos que lograban que el equipo pimentonero encajara de inicio un parcial de 9-0, con tres triples consecutivos de gran maestría. Unicaja, en cambio, seguía atascado en ataque sin encontrar la vía para notar, solamente Axel Bouteille con un 2+1 y una canasta de Guerrero tras un buen pase de Brizuela, lograban arremeter ante el vendaval murciano.
Los malagueños seguían sin ideas en ataque, con tiros muy forzados y sin llegar balones a los hombres altos, solo alguna acción aislada de Gerun lograban hacer algo de sangre en la zona del Murcia. La sensación del partido hasta este momento era que los murcianos hacían lo que querían con el balón, lo movían a sus anchas de un lugar a otro como si del ‘tiki taka’ futbolístico se tratara. Se llegaban tarde a las ayudas, y el balance defensivo estaba siendo calamitoso en el campo del equipo cajista. Ni la entrada de Thompson por Guerrero, y de Adam por Bouteille permitían dar un aire fresco al equipo. 27-14, al termino del primer cuarto.
Casimiro seguía haciendo variantes en sus esquemas, y puso en pista al joven de 16 años, Nzosa, que nada más entrar lograba un 2+1 corriendo por el carril central como buen center. Poco a poco parecía carburar la maquinaria malagueña, y tras dos triples de Bouteille, hacían acercar a Unicaja a tan solo tres puntos (30-27). Pero Murcia seguía a lo suyo, martilleando desde la línea de tres una y otra vez a los malagueños con el inspiradísimo Frankamp. Los jugadores se iban a los vestuarios con 50-38 al descanso.
Como bien comentaba el gran Martín Urbano, si el Unicaja no es capaz de anotar desde fuera, hasta el mismo Murcia te puede ganar el partido. Y no se equivocó en absoluto el veterano entrenador malagueño. Seguía el intercambio de golpes, y el equipo cajista no veía la vía de escape ante semejante acierto del UCAM que seguía sumando (55-45), y viendo el aro como una piscina. Dando estas facilidades, y una sensación de equipo apático es muy difícil competir en este nivel. El partido llegó al punto de estar roto, con un Murcia que seguía anotando a través de sus exteriores y corriendo el contraataque de libro. De Unicaja solo se salvaba Adam Wazysnki, que tras buenas dos buenas acciones de jugada personal lograban mantener al Unicaja en el envite (72-61).
El acierto de tres que se tuvo ante el Betis hace unos días pareció haberse quedado en un simple sueño para el Unicaja, que seguía obcecado con lanzar triples sin premio ninguno. Es evidente que ante la falta de cms de los jugadores interiores este año, el protagonismo de los exteriores va a ser aún mayor. Pero hoy no era el día. La renta seguía ascendiendo (79-63) tras los triples del exjugador baskonista Malmanis. Los murcianos veían los puntos desde todas las posiciones, por fuera con la presencia de Strawberry y de Frankamp, y por dentro con los bailes de claqué de un Augusto Lima que no se le veía en este nivel desde tiempos memorables. Tan solo tres puntos habían logrado anotar los malagueños en siete minutos de partido, dando claras señas del nivel de desacierto que estaba habiendo, y de la desesperación por parte de los jugadores. El partido ya estaba roto, y ya parecía más un partido de canchas callejeras que otra cosa. Al final, se impusieron los murcianos con mucha claridad ante un Unicaja que sigue de capa caída esta pretemporada (88-74).
Está claro que es pronto para sacar conclusiones y hacer una valoración a grandes rasgos del equipo, pero se puede ver ya claramente algunos de los déficits de la escuadra malagueña. Falta de presencia física e intimidatoria en el juego interior, con jugadores que deberían de dar un paso grande adelante como Rubén o Gerun, en el caso del ucraniano se le está viendo bastante suelto en ataque. La presión que va a tener Luis Casimiro Palomo este año no va a ser la misma que la del año pasado, y desde el primer partido va a estar en la palestra para ver si será o no capaz de manejar una nave verde con carencias en sus hombres altos.
