Sin ideas y sin cabeza (1-0)

El conjunto malaguista regresa a la senda de la derrota frente al Oviedo en otro partido entre equipos del descenso

Dicen que entrenador nuevo, victoria segura. Excepto si eres del Málaga, que ni ganas cuando estrenas nuevo técnico pero sí pierdes cuando lo hace el otro equipo. El equipo de Mel sigue sin encontrar la regularidad en un nuevo encuentro de poca efectividad en ataque.

Los malagueños fueron conservadores en el once, con la inclusión de Dani Lorenzo y N’Diaye en el once formado por Reina; Javi J, Escassi, Burgos, Juanfran; Cristian, N’Diaye, Luis Muñoz, Dani Lorenzo, Febas; Castro. Los ovetenses con Nadal; Ahijano, Costas, Luengo, Aceves; Vitu, Montoro, Luismi, Abel; Borja Bastón, Mier.

Partido cómodo para el Oviedo, que vivió el debut de Cervera como un camino hacia la opción de salir de la zona baja de la tabla. Los asturianos llevaron el partido a sus intereses del comienzo, durmiendo el encuentro y esperando al paso de los minutos. Los malaguistas, influidos por la dificultad para llegar a área rival no fueron capaces de optar a la victoria en ningún momento del partido. El conjunto malaguista conseguía ser el equipo que proponía juego y llevar las riendas del partido, pero se nublaba en la zona de tres cuartos.

Rubén Castro, como referencia en ataque de los boquerones, falló tras un centro de Cristian un remate que se marchó por encima de la meta de Tomeu Nadal. El tanto para abrir el marcador estuvo en la cabeza de Febas, que remató desviado tras otro centro lateral. Las ocasiones se contaban como remates fallidos de Rubén y el conjunto malaguista suele pagar caro su poca efectividad.

En el añadido de la primera parte, el colegiado decretó penalti tras una mano dentro del área de Escassi. El exmalaguista Borja Bastón, experto en disparos desde los once metros, no perdonó para hundir al Málaga antes del paso por vestuarios. El papel de ambos equipos sobre el campo varió poco en la segunda parte, con un combinado local que propuso más en el césped y pudo aumentar su ventaja.

El fútbol directo de los bermellones ganó al de elaboración de los malagueños y con más corazón que ideas los de Mel intentaban rascar al menos un punto del Carlos Tartiere. Pero la realidad era que estaba más cerca el segundo gol de los locales que el empate de un Málaga que parece abonado a sufrir toda la temporada por conseguir la salvación. Las jornadas pasan y parece aún estar estropeada la brújula de Pepe Mel para guiar a este equipo a la salvación.

Sergio Ramírez

Estudio Periodismo en la Universidad de Málaga. Comentarista y narrador en SportDirect. (Twitter: @sergioramz_)

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