Luces en ataque, sombras en defensa…y derrota en La Rosaleda

El Málaga cae derrotado de nuevo en casa en un partido negro en defensa y con claridad en ataque, aunque no se transformó en goles hasta los últimos minutos (1-2)

Nueva derrota del Málaga en casa, da igual cuando leas esto. Nueve derrotas lleva esta temporada el cuadro malacitano. Un nuevo partido con más sombras que luces, en el que los errores en defensa del Málaga fueron los protagonistas. Con luces en ataque y más intención que claridad, el equipo malaguista perdió el partido desde el planteamiento de Pellicer. Regreso a la defensa de cinco jugadores, volviendo a ver una defensa por acumulación, cosa que no ha sido útil ni lo será. La próxima semana, el equipo malagueño visitará El Molinón, uno de los campos más complicados de la categoría y uno de los equipos que mejor en forma están, tras ganar 0-4 al Logroñés.

El Málaga regresaba a La Rosaleda, frente al mismo rival casi un año después del último encuentro con público en el estadio. El regreso del esquema con cinco defensas trajo consigo un cambio de once, tras la baja de Ramón por lesión. Con una línea de tres formada por Lombán, Juande e Ismael, pronto podíamos observar las carencias defensivas, demostrándole a Pellicer que más defensas no significa defender mejor. El Málaga fue superior en los primeros minutos, obligado a proponer ante el planteamiento del rival. Con una presión alta, siendo protagonista y queriendo ir al ataque. Aunque eso duró poco, ya que los errores condicionaron el partido desde el primer minuto. A los once de juego, el Málaga se puso por debajo en el electrónico. El gol llegó tras una apertura a la banda, un centro al primer palo en el que puede recibir Narváez como quiso, para posteriormente centrar y que rematara Igbekeme. Es cierto que antes de que el esférico entrase toca en Alexander, que acaba introduciendo el balón en el fondo de las mallas.

Tras el gol, llegaron mejores minutos de un cuadro malaguista que dominaba el encuentro y creaba las ocasiones, sin claridad. Muchos saques de esquina, algún remate de Yanis desde la frontal y un mano a mano que resolvió Ratón sin problemas. La más clara, un remate tras centro lateral de Caye, que obligó a estirarse al guardameta maño, salvando a su equipo del empate. Merecía más de lo que realmente obtuvo el cuadro de Pellicer, que ya pensaba en el descanso para descansar las piernas. Y si estaba siendo injusto el fútbol con el equipo costasoleño, sin dejar a un lado los errores que condicionaron, más aún lo iba a ser. Otra vez a balón parado, otra vez en un centro lateral que tanto está costando defender esta temporada. 12 de los 31 goles recibidos han sido a balón parado. En el tiempo de descuento del primer tiempo, el Zaragoza iba a abrir una brecha entre ambos conjuntos. El remate de Vigaray fue exquisito, al que nada pudo hacer Soriano que se quedó mirando. Chavarría, encargado de marcar al autor del gol, no supo defenderlo para incomodarle en el remate. Los propios errores malaguistas taparon su buen juego en ataque y ponía el encuentro muy cuesta arriba.

Algo tendría que cambiar para intentar sumar en este complicado encuentro. Pellicer desde el banquillo tomaba la iniciativa, con la entrada de Joaquín y Matos, tras un mes lesionado. El encuentro siguió su cauce, con el cuadro maño echado atrás intentando dormir el partido y el Málaga, a la desesperada en busca, al menos del empate. Yanis lo intentaba en un centro de Chavarría de escorpión, pero se marchó por encima de la meta de Ratón. El partido entró en fase de hibernación, con un Málaga que lo intentaba, pero no lo conseguía. Estaba claro que el cuadro malagueño iba a morir en ataque y Chavarría mandó a 15 minutos del final un remate por encima de la portería.

No tenía posibilidades desde el interior del área, pues Luis Muñoz se buscó el gol desde la frontal. Recorte para dejar a dos hombres en el suelo y marca el gol de su vida en un remate espectacular, que acabó en la escuadra de la portería del Zaragoza. Un gol más que merecido ante el esfuerzo en ataque. A falta de ocho minutos, el cuadro local tenía que buscar el empate, con más prisa que cabeza. No hubo tiempo para más, en un partido muy inteligente del rival. Preocupa la racha y sobre todo, el juego del Málaga con pocas ideas en el campo.

Sergio Ramírez

Estudio Periodismo en la Universidad de Málaga. Comentarista y narrador en SportDirect. (Twitter: @sergioramz_)

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