El rincón del jugón | Unicaja, en caída libre

¿Qué necesitará la dirección deportiva de Unicaja para destituir a Luis Casimiro? ¿Es necesario que el equipo empiece a asomarse a puesto de descenso? Esperemos que no y que se tomen decisiones antes de que esto ocurra. Visto lo visto, que nadie se rasgue las vestiduras si de aquí a un par de meses Unicaja se ve en esa situación debido a la espiral negativa en la que se encuentra por los malos resultados y una crisis profunda de juego que empieza a ser muy preocupante.

Se puede perder, pero dentro de la derrota se sacan conclusiones positivas debido a que el juego del equipo no es malo, se hacen cosas bien, se trabaja la defensa, el rebote, o se rectifican con el minutaje de algunos jugadores en función del rendimiento de cada cual. Partiendo de la base de que el trabajo con el grupo no debe de ser nada fácil ante una situación así, mejorando todos los aspectos anteriormente citados puede que se traduzca en mejoras para el bien del equipo y para que le lleve a algún tipo de reacción que le haga volver a esa dinámica positiva y a los mejores resultados.

Nada de lo anterior está pasando en Unicaja. Bueno, sí, una cosa sí está pasando: el equipo se encuentra inmerso en una crisis de juego y resultados de tres pares. En Manresa se vio que Luis Casimiro está superado, desbordado por los acontecimientos, sin poder hacer nada ante la que sería otra derrota más. Al técnico manchego ya no lo cree nadie, el equipo se le ha ido y las derrotas no dejan de llegar.

Los conjuntos que se enfrentan a Unicaja se frotan las manos, desde los mas fuertes, pues saben que es victoria segura, hasta los mas modestos, conscientes de que aun teniendo un plantel infinitamente inferior al del cuadro cajista van a tener sus opciones y van a poder disputar la victoria, pasando también por los de clases media que, haciendo un partido medianamente correcto, saben que les van a meter las cabras en el corral al cuadro malagueño.

Cualquiera que lleve viendo toda la temporada al equipo cajista sabe que compite bien los dos primeros cuartos, pero que en el momento en que el rival mete una marcha más, imponiendo un tono físico mas agresivo, los malagueños ceden, el rival se va en el marcador y la reacción viene en forma de uno contra uno o jugadas poco elaboradas que acaban en lanzamientos triples siempre muy bien defendidos por el rival, o pérdidas de balones poco comprensibles. En definitiva, juego ramplón, muy plano y, lo que es peor, de nada sirve que mejores el ataque si en defensa sigues siendo un coladero y sin cerrar el rebote.

Y esa es la realidad, le guste o no a los que están sosteniendo a un entrenador al cual le ha podido sobrar esta temporada y que ciertamente será muy cómodo trabajar con él para la dirección deportiva del club, pero esta comodidad podría pasar a ser temeridad debido a los malos resultados y a la inacción del Unicaja ante esta situación, que está creando una enorme crispación en la parroquia de Unicaja, que asiste atónita a tales acontecimientos. Una afición que, debido a la pandemia, no ha podido manifestar en el Carpena su malestar con el equipo y con sus dirigentes. Y esa es la suerte de Luis Casimiro y los directivos del club de Los Guindos, que las gradas están vacías. De bien es sabido por SportDirect Radio que hubo una iniciativa de manifestación en la puerta del Palacio de los Deportes coincidiendo con los entrenos del equipo por parte de un grupo de aficionados, pero en un ejercicio de responsabilidad, ante la situación sanitaria en la que nos encontramos, finalmente se desestimó.

Unicaja debe reaccionar y tomar decisiones, aunque sean desagradables, pero decisiones valientes que le den un vuelco a una situación que, de seguir así, lo mismo cuando quieran dar ese golpe de efecto no lo va a ser tanto y será demasiado tarde debido a los nervios de verse en posiciones en la tabla a las que este equipo no está nada acostumbrado… y menos aún preparado.

Por historia de este club y por lo que representa el baloncesto en Málaga se deberían poner a ello y cambiar esta situación. Se necesita un cambio de entrenador de manera inmediata e incorporar un ‘center’ a la plantilla que apuntale la zona de la pintura, donde se está sufriendo mucho en la rotación con Gerun, un jugador que lo intenta pero que no llega. Si se pone en el mercado y es cierto que la mitad de los equipos de Euroliga contemplarían  su incorporación, puede entonces que haya llegado el momento de hacerlo y ponerlo.

Si no se toman  decisiones y todo continúa igual, el batacazo puede ser enorme, no es por alarmar, es cuestión de ver la dinámica que lleva el equipo y las sensaciones que desprende que son cada vez más preocupantes. Veremos.