El rincón del jugón | La mano de Fotis

Hace un mes y pico de que Fotis Katsikaris llegó a Málaga para coger las riendas de Unicaja, un equipo hundido en ese momento en todos los aspectos y con unos jugadores a los cuales ya no les llegaba el mensaje de su entrenador, Luis Casimiro. Todo estaba muy plano y el listón se lo había dejado bastante bajo a Katsikaris, su predecesor. Mucho trabajo por delante para el preparador griego con un equipo bajo en lo moral y en lo físico, pero con calidad y potencial a falta de una incorporación en la pintura que, a día de hoy, ya se ha producido con el fichaje de Malcolm Thomas.

El técnico heleno ha contado sus primeros partidos por derrotas hasta el partido de Fuenlabrada, donde consiguió la primera victoria. Poco después viajan a Madrid para la Copa del Rey y caen en cuartos ante el FC Barcelona. Sin duda alguna, el Barça-Unicaja fue el mejor partido de la fase final, de lejos, lástima que los árbitros no estuvieran a la altura de un auténtico partidazo en el que a los malagueños ya se les empezaban a ver cositas que les ha ido metiendo en los pocos entrenos de los que dispuso Katsikaris. Ya había mas capacidad en el rebote, mejores balances y sobre todo orden defensivo, sin dejar de reseñar el tema de la concentración.

Katsikaris ha trabajado poco tiempo, pero va dando con la tecla con cada jugador para ponerlo en su sitio en beneficio del grupo. Con Casimiro había un poco mas de libertad, a los jugadores se les veía con esa falta de orden que tantos partidos a costado al cuadro malagueño. Katsikaris tiene otra forma de ver el juego y no deja tanta libertad de movimientos a sus jugadores, estableciendo a cada cual un rol más definido, eso se está viendo desde su llegada, que el equipo juega más cohesionado, con más solidaridad  e intensidad defensiva, cerrando todos los jugadores mucho mejor el rebote. Todos estos aspectos del juego era el punto de partida para comenzar la mejoría del equipo y el técnico griego lo ha tenido claro desde primera hora.

Después tendrá que gestionar otras cuestiones algo más individuales como es la recuperación para la causa de jugadores como Axel Bouteille o Francis Alonso. El francés no ha llegado a desplegar todo su potencial a las órdenes del anterior entrenador y se espera que Katsikaris sí pueda sacar el jugadorazo que demostró ser la temporada pasada en Bilbao. El caso del escolta malagueño es diferente, el canterano ha demostrado ya esta temporada que puede ser letal desde el perímetro y que cuando se le busca se le encuentra, con unos porcentajes desde el triple bastante buenos y siendo a día de hoy el segundo máximo anotador del equipo. Pero Alonso comenzó a dejar de tener protagonismo en los últimos partidos de Casimiro como entrenador cajista y en el inicio de la era Katsikaris tampoco ha tenido mucha relevancia en la rotación del equipo hasta el último partido contra Estudiantes, equipo frente al que, debido a la lesión de Brizuela, dispuso de más minutos y fue decisivo en la victoria ante el cuadro colegial con 20 puntos.

Está claro que la lesión de Darío provocó que el juego pasara más por las manos de Alonso, aportando soluciones y puntos. Sería bueno para el equipo que el técnico llegue a manejar esas opciones ofensivas que les brindan dos jugadores con un gran potencial ofensivo como lo son Darío Brizuela y Francis Alonso. Con Katsikaris, el jugador vasco ha acaparado el juego ofensivo del equipo cajista y jugadores como Alonso pasaron a ser una opción más residual, siendo así el juego del equipo menos fluido y más previsible para las defensas rivales. Estos jugadores que tienen esa capacidad de cocerte a triples no se les debería de dar por parte del entrenador un rol tan definido y sí tener ese tino de ponerlos a jugar conforme se vaya desarrollando el juego para desestabilizar la defensa del equipo rival lo máximo posible.

En el juego interior, la llegada de Malcolm Thomas será buena para aumentar el nivel de competitividad en los entrenos y jugadores jóvenes como Rubén Guerrero o Nzosa; lo agradecerán, pues les hará mejorar. El impacto del norteamericano en el juego del equipo ha sido inmediato, aportando intensidad defensiva, cerrando el rebote y con puntos. Mucho oficio de clase obrera, justo lo que se necesitaba para esa posición.

Se ha mejorado bastante, pero como referí antes, el listón estaba muy bajo al llegar Katsikaris. El equipo está a día de hoy fuera de los puestos de play-off, y se espera una lucha encarnizada por la octava plaza con Baxi Manresa que no va a regalar nada y con los que Unicaja tiene el ‘average’ perdido. Queda mucho que hacer y Unicaja va en el buen camino y bien dirigido, pero que nadie se relaje, pues la temporada, que ya está siendo bastante mala debido al descalabro en EuroCup, podría ser aún más dramática si no se alcanzara la octava plaza que da derecho a luchar por el título de la Liga Endesa. Veremos.

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