Dividir la competición, la salvación del balonmano
Una decisión que beneficia a los mejores como a los más humildes
Tras la resolución de la Federación de Balonmano de dar ascenso y no descensos, muchas categorías se han visto en un problema en común: el exceso de participantes, lo que conlleva al exceso encuentros a disputar. Sin ir más lejos, el Rincón Fertilidad pasará a jugar 30 jornadas frente a las 22 que viene jugando estos años, sin tener en cuenta la Copa de la Reina, aún sin fecha oficial.
Por otro lado, los equipos de Asobal jugarán 34 jornadas ante las 30 anteriores de la pasada competición regular. Sin contar las competiciones coperas o europeas. En Málaga, el Trops Málaga y el Conservas Alsur Antequera sufrirán el mayor de los esfuerzos. Ambos equipos pasarán de jugar una División de Honor Plata de 16 equipos a una de 20. Recibiendo un total de 38 partidos en vez de los 30 que solían ser temporadas atrás.
No solo por la carga excesiva de partidos, también por los múltiples viajes. En el caso de estos dos últimos recorrerían más de 500km para jugar de visitantes, menos cuando juegan en Córdoba (contra BM Córdoba o Palma de Rio), en Ciudad Real (contra el BM Ciudad Real) o entre ellos. El viajar tantas ocasiones a Galicia, Castilla y León, País Vasco o Cataluña supone un esfuerzo increíble para los jugadores, sin contar el gasto económico para el club. Las jugadoras de Suso Gallardo no se escapan de los viajes interminables, siendo Elche y Adesal en Córdoba sus rivales más cercanos.
Ante esta situación de excesiva carga y gran inversión económica se plantea una posible solución para esta temporada transitoria a la normalidad: dividir las competiciones. Es decir, tener dos ligas Asobal, dos ligas guerreras, dos divisiones de honor plata y así con el resto de las categorías influidas por los no descensos. En este caso ambas categorías tomarían igual importancia a la hora de dar descensos, ascensos o plazas a competiciones europeas. En el caso de decidirse el título, creo que una final a cuatro adoptando el modelo de la Champions o Copa del Rey sería lo más emocionante y justo para el deporte, clasificando los dos mejores de cada grupo.
Con esta división, todos los equipos y jugadores tendrán una carga de partidos y viajes mucho menor, pudiendo preparar mejor y con más antelación cada encuentro. Al ser la siguiente una temporada transitoria a la normalidad, cada grupo deberá tener el doble de descensos para compensar la ausencia de estos este año.
Desde mi opinión, veo con buenos ojos haber puesto fin a este año velando por la seguridad del deporte. Sin embargo, una medida como tal beneficiaría al balonmano en este año de transición y crisis económica. En un deporte que no está profesionalizado al 100×100 en España, es muy difícil que un equipo con pocos recursos se subaste al mejor postor para poder seguir compitiendo y haciendo viajes a la otra punta del país una dos veces al mes. Esta oportunidad del exceso de equipos, la veo para dar un paso a la ayuda a equipos más humildes y para profesionalizar más el deporte, brindándole más emoción y llamando a la puerta a cada vez más personas.
