De ángeles a demonios con la consolación del empate

El Málaga convence en la primera mitad y sufre en la segunda parte, donde se anularon hasta dos goles de los de Miranda de Ebro (0-0)

El Málaga volvía a La Rosaleda tras un caluroso verano y con ella la afición, que tras año y medio -526 días en total- volvió a cantar el himno a pleno pulmón: 6.519 aficionados representaron a toda una parroquia que un año más volvió a ilusionarse con su equipo, como cada verano.

Lo cierto es que el equipo empezó muy bien. Los de José Alberto salieron con la máxima de querer ser protagonistas y eso fue lo que se vio durante prácticamente toda la primera parte. Luis Muñoz hacía de batuta y fue este mismo quién tuvo la primera clara a solo tres minutos del pitido inicial.

Los onces de ambos equipos hacían pensar que los dos querían lanzarse al ataque, aunque el primer asalto por ver quién se hacía con la pelota se lo llevaron los locales, con un José Alberto López que con su alineación y su propuesta demostró ser fiel a lo que le dijo a la afición. Destacó el orden del Málaga a la hora de combinar, ofrecerse y avanzar con la pelota jugada, algo que sorprendió en toda la grada del Estadio de La Rosaleda.

Pero lo que más destacó de la primera mitad fue el estelar papel de Kevin: los locales volcaron su ataque casi en su totalidad sobre el costado zurdo, el que comandaba Kevin Medina, que gozó de hasta tres ocasiones muy claras para hacer el primero, levantando a la afición del asiento y para vitoreos en la redacción de esta humilde casa.

El Mirandés gozó de una buena en el 13′ y a parte de la media hora de juega consiguió frenar ese frenético ritmo del que estaban disfrutando los de José Alberto López; sin que fuera a mayores. El Málaga volvió a hacerse con el cuero de forma habitual y el premio obtenido lo arrebató el VAR al detectar fuera de juego: Juande cabeceó para hacer el primero en posición antirreglamentaria. Paulino lo intentó de nuevo justo antes del descuento sin éxito final alguno.

En la segunda parte todo se equilibró un poco más pese a que el Málaga comenzara bien. La progresión fue claramente decreciente, de más a menos. Brandon y Roberto lo intentaron y Juande tras la salida de un córner remató al ‘muñeco’ en la que pudo hacer el primero del encuentro. Acto seguido el Málaga comenzó a decrecer y el Mirandés a nutrirse del cansancio rival.

Y empezó a aparecer uno de los protagonistas de la temporada pasada: turno para Dani Barrio, que sacó un tiro de Odei buenísimo con su primera gran estirada de la temporada. Todo se iba igualando y las fuerzas empezaron a fallar. José Alberto aprovechó la situación para hacer debutar a Cufré y decidió dar descanso a Roberto y a Kevin Medina, cambios que no gustaron demasiado en la grada malaguista.

Y los rojos empezaron a ser protagonistas de verdad por primera vez en el encuentro: Rey le dio al poste con un disparo buenísimo desde la frontal del área y Vicente asustó a los más de seis mil aficonados con un gol que al final no subió al marcador tras una pifia descomunal de Ismael Casas, que tuvo actuaciones más que mejorables en la noche de hoy.

Al Málaga se le hizo larga la segunda mitad y acabó pidiendo la hora. Era una obviedad que el Mirandés llegó a la recta final más entero que los locales. Hicieron hasta un segundo gol, aunque acabó de nuevo anulado por el VAR. El Málaga perdonó la vida y más en la primera mitad y en la segunda acabó pagándolo como penitencia, sufrió más de la cuenta y se llevó un punto de La Rosaleda  que según el minuto sabe a mucho o a poco.

Nacho Carmona

Periodismo en la UMA. Locutor, narrador y jefe de sección de fútbol sala en SportDirect Radio.

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