Cabezazos y coletazos de esperanza
El Málaga se impuso al Mirandés en La Rosaleda (2-0) y, de esta forma, evita el descenso a Primera RFEF esta jornada
Lo improbable de algo no quita que haya que intentarlo hasta el final. El Málaga está vivo, seguramente por poco tiempo, pero el hilo de esperanza que da ganar al Mirandés hay que hacerlo duradero hasta la última jornada. 2-0 en La Rosaleda, frente a un rival con los deberes hechos y con un ambiente extraño en La Rosaleda.
Porque la tarde comenzó por Martiricos con la manifestación de los grupos de animación del Málaga frente a la zona de palcos. Algunas pancartas y cánticos señalaron directamente a José María Muñoz, Manolo Gaspar, Genaro Rodríguez o Ana Vera.
En cuanto a lo del césped, Pellicer apostó por Chavarría como único punta. Rubén Castro entró en la segunda parte y gozó de una buena ocasión para firmar el 3-0, pero se estrelló en el poste. El Málaga fue superior de principio a fin al Mirandés, que puso en pocos aprietos a Rubén Yáñez.
Obra de Escassi fue el primer gol del partido. Un buen centro de Delmás lo mandó el de El Palo para dentro. El 1-0 tranquilizó a los jugadores de Pellicer entre los cánticos y pancartas que se utilizaron. Villalba emergió para adueñarse del centro del campo y Cristian siguió apretando por banda izquierda.
Y nada más comenzar la segunda parte, jugadón de Chavarría, que se fue en velocidad para colocar un centro maravilloso que Lago Junior mandó al fondo de las mallas con la testa. Dos goles, dos cabezazos contundentes. El segundo tanto encarriló el partido por completo.
Una victoria que evita el descenso en una Rosaleda que terminó botando de manera irónica. A esperar el pinchazo del Villarreal B, del Huesca y del Racing… y soñar con alcanzar la orilla.
