Avances entre la incertidumbre mundial
El Málaga ha dado varios pasos en firme en la gestión deportiva del equipo
Es cierto que los buenos resultados deportivos han dado una base sólida al Málaga Club de Fútbol en las últimas semanas, antes del inicio del Estado de Alarma en todo el país. Pero, en parte, estos llegaron por las correctas decisiones tomadas por la dirección del club desde hace un mes, comandada por el gestor José María Muñoz, y tras la suspensión de la actividad de Al Thani en la entidad blanquiazul.
El fichaje en invierno de Tete Morente ha sido un suspiro nuevo para el ataque del Málaga. El extremo gaditano se ha convertido en titular indiscutible. Las victorias comenzaron a llegar, el descenso se alejó y la enfermería se vació con el regreso a la rutina de Keidi Bare, un indiscutible pese al gran rendimiento de Luis Muñoz. Sergio Pellicer fue confirmado como entrenador hasta final de temporada, decisión tomada por José María Muñoz tras la salida de Richard Shaheen.
Posteriormente llegó uno de los movimientos más controvertidos, la venta de Antoñín al Granada por 1,5 millones de euros, prácticamente obligada con el objetivo de paliar los problemas económicos del club antes del cierre de la temporada, cuando LaLiga evaluará nuevamente el estado que atraviesa la entidad de La Rosaleda. La dirección deportiva consiguió reforzar la posición debilitada con la salida del atacante malagueño gracias al fichaje de Aarón Ñíguez, cuya integración aún está por ver.
Pero parece claro que el Málaga se está moviendo con celeridad desde la instalación del nuevo gestor. El objetivo es rebajar el agobio de las cifras económicas, aunque el club sufrirá una nueva restricción de cara a los próximos tiempos por la reducción en los ingresos debido a la crisis del coronavirus. El aspecto deportivo ayuda a ver el panorama con más claridad y, en este sentido, la ratificación de Manolo Gaspar como director deportivo es la mayor prueba de ello.
