La primera piedra sobre la que avanzar

El Málaga no es capaz de pasar del empate en La Romareda en un partido que se decidió por detalles

Nueva oportunidad de Natxo de poder dar un golpe de timón al equipo, que no pudo aprovechar por juego pero sí al menos por resultado. Tras dos duras derrotas muy agolpadas hoy si consiguió competir de tú a tú pero no pudo volver con los tres puntos bajo el brazo. No fue el mejor partido en cuanto a juego, con ambos equipos en una mala dinámica e intentando no hacerse demasiado daño.

El técnico apostaba de nuevo por Barrio dejando claras sus intenciones, mientras que Lombán cubría el puesto de Juande. Antoñín de inicio desde la banda y con Escassi, Ramón y Jozabed. Los goles en la calidad del joven Roberto. El encuentro comenzaba con un Zaragoza peleón y con una alta presión que asfixió al equipo blanquiazul desde el primer compás del encuentro. Dani Barrio volvió a mostrar una gran versión de sí mismo salvando al equipo malaguista en más de una ocasión con paradas de mérito que hubieran dado ventaja al cuadro zaragozano. En la primera ocasión de gol conseguiría adelantarse mediante una acción que recibía Antoñin en la frontal, donde conduce por dentro para meterse en el área y picar la pelota por encima del guardameta para poner en ventaja al equipo entrenado por Natxo. Tras el tanto y con la ventaja en el electrónico, el partido entraría en una fase de inacción por parte de ambos conjuntos que llevarían el partido con el 0-1 al descanso. El Zaragoza, de falta en la frontal, estrellaría la bola en el larguero como la más clara del encuentro.

Al comienzo de la segunda mitad no mejoraría el ritmo del partido. El Málaga estaba cómodo con el 0-1 mientras que el Zaragoza no era capaz de llegar con claridad. Sí podría hacerlo desde los once metros con un penalti dudoso cometido por Cufré en un agarrón dentro del área que transformaba el equipo maño en las botas de Eugeni. El Málaga aportaría una marcha más de cara a los últimos minutos en búsqueda del empate con más ambición que los locales. Paulino estuvo activo durante el tramo final y rozó el empate en más de una ocasión. Muy cerca estuvo con un remate desde la frontal donde buscaba la rosca al palo largo pero se le marchó rozando el poste. No consiguió rematar un centro desde la banda ya que cortó la zaga del Zaragoza en un tanto casi cantado.

No le dio al equipo para más y terminó firmando el empate fuera de casa para construir ladrillo a ladrillo la andadura del nuevo míster. Deberá trabajar mucho en la visita del Almería la próxima semana en La Rosaleda, que llega con una pobre imagen en los últimos partidos y no se permitirá otra goleada en la que el equipo no compita por la victoria. Vital mejorar el juego y competir cada partido ante cualquier rival.