Los ejercicios de este viernes propuestos por el cuerpo técnico de Sergio Pellicer han contado con una mayor exigencia y protagonismo con el balón
Continúa el trabajo en el Málaga, que se entrenó este viernes 15 de mayo en las instalaciones de La Rosaleda. Segunda jornada de trabajo después del primer descanso desde que se regresara a los entrenamientos el pasado sábado. Esta vez fijamos el objetivo en el Anexo, uno de los dos campos que cuenta el club malaguista para esta pretemporada para finalizar la temporada 2019/20.
Siguen los entrenamientos individuales organizados en circuitos y, en esta ocasión, los ejercicios propuestos por el equipo técnico implicaron más exigencia con el balón: desde recorrer distancias más largas hasta golpear con más fuerza y desde más lejanía la pelota. Otra forma más de desentumecer y retomar el golpeo y los movimientos que exige el alto rendimiento.
Además de esto, los entrenadores pusieron las porterías a funcionar y los jugadores pasaron por un divertido juego de precisión donde en el tiempo de dos minutos tenían que dar en el larguero desde fuera del área grande. Los resultados se iban apuntando en una pizarra, un detalle que al final fomenta también a competitividad de grupo, algo que de momento no permite el trabajo individual por la necesidad de cumplir con todas las medidas de seguridad sanitaria que están permitiendo la reactivación del fútbol con éxito.
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