Carlos Dotor, la tercera cesión en la ‘era’ Loren Juarros
Con la incorporación del centrocampista madrileño se ha replicado la misma fórmula que con Javier Avilés y Roko Baturina
Dicen que a la tercera va la vencida. En la mañana de ayer, el Málaga anunciaba la llegada de Carlos Dotor en calidad de cedido. Con este préstamo por parte del Celta de Vigo, el centrocampista buscará lograr una regularidad que no ha encontrado en sus anteriores destinos. Por Oviedo y Gijón pasó sin pena ni gloria y esta temporada vivirá en Málaga su tercera cesión consecutiva. Una oportunidad única para un jugador que estará a las órdenes de Sergio Pellicer desde esta tarde.
La peculiaridad de esta operación reside en la ‘ruptura’ con la filosofía de fichajes de Loren Juarros, un director deportivo que ha demostrado apostar por la cantera y realizar numerosas incorporaciones a coste cero. De hecho, desde que llegara al Málaga solo ha utilizado en tres ocasiones la fórmula de traer un jugador cedido, incluyendo la de Dotor.
Javier Avilés
El primer jugador que vino cedido a la disciplina del Málaga desde la llegada de Juarros fue Javier Avilés. El atacante madrileño aterrizó en el mercado invernal de 2024 para tratar de dar un acicate a la parcela ofensiva blanquiazul. Realmente, su paso por la Costa del Sol fue totalmente intrascendente. En los 11 encuentros que disputó en Primera Federación (todos desde el banquillo) no realizó ninguna aportación de gol. Probablemente, se le recordará más por sus declaraciones en las que decía soñar con anotar el gol del ascenso.
El extremo se encuentra actualmente en el Algeciras de Primera Federación. Tras un arranque positivo con el equipo (un gol y una asistencia en seis jornadas), Avilés sufrió una rotura en el ligamento cruzado. A pesar de la grave lesión, el club algecireño sigue apostando por él y seguirá ligado a la entidad durante la próxima temporada. Es decir, regresará a la provincia de Málaga para enfrentarse a Juventud de Torremolinos, Antequera y Marbella.
Mayor aportación realizaron las otras dos incorporaciones invernales de ese mercado de invierno de la 23/24. Carlos Puga y, sobre todo, David Ferreiro elevaron el listón competitivo de un Málaga que acabó ascendiendo de manera milagrosa aquel 22 de junio en Tarragona. El veterano extremo gallego, a diferencia de Avilés, aportó en la ofensiva con 3 goles y 4 asistencias, siendo una pieza importante en los planes de Pellicer.
Roko Baturina
Quizá sea uno de los jugadores más carismáticos y que mayor recuerdo haya dejado en la afición en los últimos años, pero no por su rendimiento deportivo. Roko Baturina llegó el pasado mercado estival para apuntalar la posición de ‘nueve’. Junto a Dioni y Sergio Castel, eran los encargados de poner el gol en el Málaga de la 24/25. Sin embargo, solo el malagueño estuvo a la altura. De hecho, su bajo rendimiento y la rescisión del contrato de Castel tuvieron gran parte de culpa de la irrupción de Chupete en el primer equipo (a parte de sus grandes cifras en el filial).
Baturina, cedido por el Gil Vicente portugués, anotó tres tantos en 25 encuentros. Llegaba con experiencia en Segunda tras sus dos etapas en el Racing de Santander, pero desgraciadamente no fue capaz de cumplir con las expectativas. Para el recuerdo quedará aquella volea en el tiempo de descuento que daba los tres puntos al Málaga ‘in extremis’ en Cartagonova. El croata se ha mostrado siempre como un jugador voluntarioso durante su estancia en Málaga, aunque su juego nunca terminó de acompañarle.
Actualmente, se encuentra en las filas del Gil Vicente, a la espera de ver si disputa esta nueva temporada con su club de propiedad o, de lo contario, buscará una nueva oportunidad fuera de su disciplina.
Carlos Dotor
Dotor es un futbolista de 24 años que busca reencontrarse con su mejor versión en la categoría de plata. Tras brillar en el Real Madrid Castilla, habiendo anotado 22 tantos en 2 temporadas, el Celta pagó un traspaso de 3 millones por el centrocampista. Sin embargo, no terminó de encontar su hueco en el conjunto vigués y tuvo que probar suerte en otros destinos.
El pasado curso, el Real Oviedo fue el primero en interesarse por sus servicios. Tras disputar tan solo 6 partidos, el cuadro carbayón puso fin a su cesión al no haber obtenido gran protagonismo. Ahí fue donde pescó su máximo rival, el Sporting de Gijón, que en el pasado mercado invernal consiguió reclutar a Carlos Dotor. Su cesión tampoco terminó de cuajar y se despidió del cuadro gijonés tras 13 apariciones.
El año pasado anotó dos goles, aunque en ningún momento logró sentirse cómodo sobre el césped. Al menos no con la continuidad que él deseaba. Un jugador que no ha terminado de tener la mayor suerte con las lesiones y que buscará en Málaga una estabilidad que le permita relanzar su carrera como futbolista.