Una interferencia en el adversario, el amplio margen de interpretación de los árbitros y la reiteración del faltas de la SD Huesca

El madrileño tuvo una polémica tarde en El Alcoraz en la que pudo mostrar alguna cartulina roja por doble amonestación 


El Málaga visitó el Estadio El Alcoraz para disputar un duelo correspondiente a la undécima jornada de LaLigaSmarBank. El partido frente a la SD Huesca  estuvo dirigido por el madrileño David Gálvez Rascón, que tuvo una tarde complicada en un choque que dejó polémica en una acción en la que el colegiado invalidó por fuera de juego un gol a Genaro en el tramo final del partido.

La primera falta del partido llegaría en el minuto 1, momento en que Seoane cometió falta sobre Kevin al propiciarle un leve manotazo en la cara. Esta sería la tónica dominante en un partido en el que el joven jugador malaguista fue objeto de falta en numerosas ocasiones.

El partido cogió un buen ritmo y no dejó demasiadas faltas hasta el minuto 13, momento en que Buffarini cometió falta sobre Kevin en una acción que debió suponer la amarilla para el defensor por derribar al malagueño de forma temeraria en una acción en la que el jugador apenas tiene opciones de llegar a robar la pelota. El árbitro consideró que la acción no era merecedora de cartulina por lo que el argentino salió de la acción sin sanción alguna.

En el minuto 17 tuvo lugar una acción que podría llegar a compararse, salvando la distancia, con la jugada polémica del gol anulado a Genaro. En este caso, el árbitro señaló fuera de juego de Escriche en una acción en la que el jugador está en posición antirreglamentaria y, a pesar de no ser el encargado de rematar, interfirió en Víctor Gómez, al que impidió despejar la pelota.

Buffarini y Kevin protagonizaron uno de los duelos del partido, y el jugador del conjunto granota cometió numerosas faltas. En el minuto 29 el argentino volvió a ser protagonista en una acción en la que de nuevo derribo a Kevin. Es cierto que la acción no era merecedora de cartulina pero, al no haber mostrado previamente la amarilla en el minuto 13, sí que podría habérsela mostrado en esta ocasión por reiteración, algo que el colegiado madrileño no hizo.

La primera cartulina amarilla del partido se hizo esperar. Fue para Brandon en el minuto 44 por propiciar un pisotón a un rival, de forma temeraria e impactando con los tacos en el tobillo. El árbitro mostró, a buen criterio, la cartulina amarilla al atacante malaguista. En este caso el jugador permaneció fuera del campo para ser atendido ya que tras la falta el jugador acabó fuera del terreno de juego.

El descuento, que fue de tres minutos, dejó lugar a una acción en la que el madrileño actuó muy bien al conceder ley de la ventaja tras una falta de Ignasi Miquel sobre Paulino, que permitió al Málaga llegar al área de la SD Huesca y crear una acción de peligro.

Ya en la segunda parte, en el minuto 47, un jugador del Málaga golpeó al árbitro con el balón. Tras ello, la pelota siguió en posesión del Málaga, por lo que no fue necesario parar el juego y el conjunto andaluz continuó jugando sin problemas.

En el minuto 61 Buffarini y Kevin se cambiaron los papeles y en este caso fue el malagueño el que cometió falta. El joven futbolista golpea con el codo en la cara del jugador local, acción que pudo suponer sin duda la amarilla para Kevin. Sin embargo, el árbitro consideró que no era suficiente y no mostró tarjeta.

Poco después, en el minuto 62, tuvo lugar la primera amarilla para los locales. En este caso fue para Mateu por derribar a Paulino evitando con ello un ataque prometedor. Tras ello el partido se cargó de cartulinas y en el minuto 65 se pudieron ver dos cartulinas amarillas, una para Escassi, que defendió a Kevin tras recibir una entrada, y otra para Ratiu por encararse sin llegar al insulto, amenaza ni agresión.

En el minuto 69 se dio una jugada en la que se cometen dos infracciones. En primer lugar Lombardo derribó a Kevin evitando un ataque prometedor. El colegiado aplicó la ley de la ventaja y más tarde fue Ignasi Miquel el que derribó a Paulino evitando también el contraataque. Solo Ignasi vio la cartulina mientras que Lombardo no lo hizo a pesar de que el colegiado le señaló con el dedo haciendo referencia a que le sancionaría cuando la pelota dejara de estar en juego.

Una nueva amarilla llegaría en el minuto 82, en este caso para Seoane por derribar a Kevin de forma temeraria, impidiendo el avance del futbolista malagueño. En este caso el árbitro tuvo en cuenta sobre todo la reiteración, y es que el defensor ya protagonizó varias faltas anteriormente.

La jugada clave del partido llegaría en el minuto 86, momento en el que el Málaga anotó gol en una acción en la que, tras la ejecución de un córner, Paulino remató a puerta. La pelota se dirigió hacia Cristian Salvador, que despejó intencionadamente la pelota con el pecho y que acabó entregando el balón a un Genaro que acabaría anotando gol. Todo parecía correcto, pero David Bernal Martín, árbitro asistente n°2, levantó la bandera, y es que Peybernes, que se encontraba en posición de fuera de juego, interfirió en el defensor que había despejado ya que el jugador malaguista trató de jugar la pelota e incluso levantó la pierna para tratar de rematar, por lo que interfiere en el adversario.

La jugada poco o nada tiene en común con la que hace unos días protagonizaron Eric García y Mbappé, y es que en este caso se valora si el despeje del central español es intencionado o no mientras que en la acción del Málaga CF se valora si Peybernes interfiere o no en el rival (en este caso sí ya que hace por jugar el balón) ya que está claro que si Peybernes no estuviera en posición de fuera de juego o no hubiese interferido en el rival, el despeje intencionado de Cristian Salvador sí habría habilitado la posición de Genaro.

En el minuto 89, Mikel Rico vio última amarilla del partido por protestar una decisión del colegiado desde el área técnica. Tras ello se entró en el tiempo de descuento, que fue de seis minutos y que responde al tiempo perdido en las cuatro ventanas de cambios y en una ocasión en la que las asistencias tuvieron que atender a los jugadores.

En definitiva, un partido que terminó con 30 faltas señaladas por el madrileño, siete cartulinas amarillas y ninguna acción polémica respecto a penaltis pero sí en una acción en la que el árbitro anuló un gol por posición antirreglamentaria de Peybernes, que aunque no toca la pelota interviene en el rival.

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