Una amarilla a tiempo que marcó el buen ritmo de un partido limpio y sin polémica
De la Fuente Ramos, que mostró amarilla en el segundo nueve de partido, controló el duelo en todo momento
Ibiza y Málaga se enfrentaron en Can Misses en el duelo correspondiente a la jornada 2 de LaLiga SmartBank. En torno a 2500 espectadores disfrutaron del primer partido del conjunto ibicenco en la categoría de plata del fútbol español, duelo que estuvo dirigido por el vallisoletano Oliver De la Fuente Ramos y que dejó poco lugar a la polémica.
El partido empezó ajetreado, y es que con a penas nueve segundos en el marcador tuvo lugar la primera falta del partido, que acarreó cartulina amarilla para el infractor. A pesar de que no había pasado ni un minuto, el árbitro vio muy clara la acción en la que Rubén golpeó a Paulino en la cara con el codo y no dudó en mostrarle la tarjeta al central del conjunto local.
En el primer gol de los locales hay una posible falta sobre Peybernes, que cae al suelo y de forma inmediata protesta al colegiado la acción. El contacto existe y en esas acciones de área se suele señalar falta en ataque, pero De la Fuente Ramos no consideró suficiente la fuerza del impacto y el 1-0 subió al marcador.
La segunda amarilla del encuentro llegaría en el minuto 38 después de que Peybernes derribara de forma temeraria a Castel en una acción en la que el atacante estaba a punto de plantarse mano a mano con Dani Barrio. La acción pudo interpretarse como ocasión manifiesta de gol, que habría acarreado la expulsión, ya que Castel se plantaba dentro del área delante del portero. Sin embargo De la Fuente Ramos interpretó que Javi Jiménez podía llegar a defender ese avance e interpretó la acción como ataque prometedor, siendo la cartulina amarilla la sanción correcta.
La primera mitad apenas dejó lugar para la polémica más allá de esa posible falta sobre Peybernes en la acción del 1-0. El vallisoletano señaló 11 faltas y mostró, a buen criterio, dos amarillas. El descuento fue de tres minutos, cifra bastante correcta teniendo en cuenta la pausa para el cooling break y esa espera para comprobar desde el VAR la acción del 1-0.
La segunda parte siguió la línea del primer tiempo y destacó por el buen ritmo de juego y las pocas interrupciones. Nada que reseñar del apartado arbitral en el 2-0 ni en el 2-1, ya que fueron dos acciones muy transparentes que no dejaron lugar para ninguna polémica.
La segunda parte siguió un transcurso muy tranquilo y sin acciones polémicas, con más cantidad de faltas pero sin que estas fuesen suficiente para amonestación o expulsión. De hecho, no hubo ninguna cartulina amarilla en la segunda mitad por acciones de juego y la única amonestación que hubo en los segundos 45 minutos fue para Paulino por entrar en el terreno de juego en la celebración del 2-2.
Cabe destacar el trabajo en equipo del cuarteto arbitral, y es que allá por el minuto 80, en una acción en la que De la Fuente Ramos no apreció infracción, Andrés Fuentes Molina, cuarto árbitro, avisó por el pinganillo al colegiado, que de inmediato señalizó la infracción por mano y agradeció al cuarto árbitro su concentración en el partido.
El tiempo de descuento fue de cinco minutos, y es que a la pausa de hidratación hay que añadirle el tiempo empleado en las sustituciones. El partido terminó en acción de córner en la que la UD Ibiza estuvo a punto de llevarse los tres puntos. A pesar de que el córner se lanzó pasado los cinco minutos de descuento, este pudo ejecutarse ya que la pelota salió antes de que el reloj marcara el minuto 95.
El partido, que no dejó polémica en las áreas, terminó con un total de 28 faltas señaladas por el colegiado vallisoletano, que mostró tres cartulinas amarillas y que controló el partido en todo momento. Fue un partido en el que la veteranía de Oliver De la Fuente Ramos unido a la actitud de los equipos permitió que se tratase de un partido con ritmo, sin polémica y con pocas interrupciones.
