Un sábado sin pasión alguna en el Martín Carpena
Unicaja se deja llevar en una segunda parte ante un Grupo Hereda San Pablo Burgos con tan solo siete profesionales (93-101)
San Pablo Burgos finalmente viajaría a la Costa del Sol para jugar tras ese brote de Covid-19 que han sufrido en la plantilla. La vuelta de los de Peñarroya a la competición sería bastante importante, puesto que se encontrarían contra uno de los rivales que están tratando de alcanzar una posición cómoda de Playoffs.
El primer cuarto quedaría marcado por el acierto desde el perímetro de los malagueños que anotarían un 100% desde la línea de tres, con la aparición especial de la alfombra pelirroja Alberto Díaz. Sin embargo, ambas defensas estarían bastante flojas y los de Katsikaris acabarían el primer cuarto comandando 30-24 en el luminoso gracias al acierto ofensivo.
Los siguientes diez minutos tendrían una tónica similar, muy buena actuación ofensiva y pasividad defensiva de ambos equipos que provocaba tanteos bastantes altos durante toda la primera mitad, debido a la capacidad de Rivero para sobrepasar a los interiores cajistas y la de los exteriores andaluces para anotar tanto desde el triple como desde la zona.
Tras la vuelta del túnel de vestuarios, los de Peñarroya saldrían con el cuchillo entre los dientes para ese intento de remontada tras el 57-42 con el que se fueron al descanso. Los malagueños saldrían muy pobres en ataque y los de Burgos se encargarían de ahogarlos lo máximo posible en defensa y reducir la renta que acabarían empatando, pero una reacción de los de Katsikaris pondría el 76-70 que mandaría a los cajistas con una renta favorable al último cuarto.
Los minutos decisivos comenzarían con un nuevo dominio por parte del San Pablo Burgos que volverían a ponerse por delante, tras llevar por detrás en el luminoso más de 25 minutos. Peñarroya seguiría explotando la baza del bloqueo y continuación para que Rivero y Sakho anotasen a placer en la zona. Los últimos minutos del encuentro se decantarían para los del norte que se apuntarían una nueva victoria con solo 7 profesionales.
Las mayores armas del conjunto del norte fueron T. McFadden con 26 puntos y J. Rivero con 23 en su cuenta particular siendo vitales para la victoria a domicilio de los de Burgos. Por parte de los malagueños, las mayores armas fueron Darío Brizuela y Alberto Díaz.
